Paz y amor con Gospelbeach
El respetable entró en trance durante el concierto de country y psicodelia a cargo del quinteto hippie californiano y salió del Antxiki con decenas de LPs debajo del brazo
óscar Cubillo
Jueves, 7 de junio 2018, 16:21
Se barruntaba que la cita del miércoles en el Antxiki con los californianos Gospelbeach sería especial, pero superó incluso las expectativas de los más predispuestos. Al acabar el show la peña comentaba contenta el show, numerosos espectadores lo situaron entre lo mejor de su año (por ejemplo Nora) y mogollón de gente portaba debajo del brazo LPs que se vendían en el puesto de merchandising a solo 10 euros. ¡Había quien se los llevaba a tacos! El bolo, de 12 canciones en 68 minutos tenuemente decrecientes, también tuvo momentos de comunión apoteósica: brindis chocando los vidrios con el líder tocado con sombrero de ala ancha Brent Rademaker (¡ex The Beachwood Sparks!), ovaciones que brotaban desde el centro de la tierra, la salida del escenario del guitarrista solista Jason Soda (de Everest) estrechando las manos del pelotón de fans de la primera fila, preguntas de Brent al personal sobre a quién le gustaba Lou Reed o quién estaba casado (y algunos levantaban la mano; Brent aseguró que los que estábamos casados éramos afortunados y que la siguiente canción se titulaba 'Kathleen' por su esposa), y cierta insistencia en la pregunta de si estábamos disfrutando. Claro, ¿acaso no se notaba? Quizá los propios oficiantes se sentían desbordados ante tanta pasión (de hecho Brent la calificó de 'increíble').
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Agradecidos por la respuesta del público que rozó el lleno en la sala superior del Kafe Antzokia (localizamos a músicos getxotarras que replican esta onda guitarrera, campera y vocal como Pit Idoyaga y a Jokin Salaverría; no vimos a Daniel Merino, que estaría trabajando o tocando por ahí, pero a quien habría encantado ese show) y en formato quinteto serio en el sentido de profesional (dos voces armónicas que lo llenaban todo, dos guitarras, el batería de Mooney Suzuki, bajo y un teclado que para algunos fue lo mejor del quinteto; qué solo se marcó por ejemplo en …), los muy espirituales y hippies Gospelbeach (El Evangelio de la Playa, se podría traducir su bautismo) se lanzaron a la carretera como los primeros Eagles ('Sunshine Skyway'), rezumaron optimismo como los getxotarras Smile antes de apostar por el pop tan sintético ('Hangin' On'), se marcaron suites vía Jefferson Airplane ('Out Of My Mind (On Cope And Reed)'), roquearon como la ELO ('Kathleen'), se pusieron melódicos como unos Teenage Fanclub country ('In The Desert', 'California Fantasy') y abrazaron el country cósmico: a lo Byrds en 'You're Already Home', en plan honky tonk hippie 'California Steamer' –con guiño a Johnny Cash-, arrastrado al góspel como harían Green On Red en 'Mick Jones'...
Dieron un bis muy reclamado por la peña desatada y, al acabarlo, deseó el líder Brent Rademaker: «paz y amor», pues ya se ha escrito que estos Gospelbeach son bastante hippies.
Vídeo de su canción 'Hangin' On', de su segundo disco, 'Another Summer Of Love', que la gente comparaba a decenas en vinilo:
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