María Goiricelaya aborda los cuidados paliativos en su obra del Centro Dramático Nacional

En los últimos meses ha viajado a Madrid una media de dos veces al mes para trabajar con los otros tres autores y con el consejo asesor del Centro Dramático Nacional. La residencia también ha incluido estancias en La Chartreuse, el centro de referencia para la escritura dramática en Francia situado en Avignon, y en la Academia de España en Roma, así como impartir talleres y moderar coloquios sobre las obras que se representan en el CDN.

El proceso creativo en estas residencias artísticas se aleja de la imagen solitaria de la escritura. Todas las sesiones son colectivas y los autores comparten opiniones «para ver cómo avanzan los textos, qué funciona y qué no». Para Goiricelaya esta metodología no es nueva. «Es el tercer proyecto que hago en un grupo de dramaturgia y para mí es muy enriquecedor», asegura. «Esa mirada externa se agradece mucho, desde el concepto hasta aspectos prácticos como la estructura y el ritmo». 'Altsasu' surgió del proyecto de creación 'Cicatrizar' con autores de España y Colombia y 'El patio de mi casa', sobre la convivencia en Euskadi después del terrorismo, recibió el apoyo del programa Nuevas Dramaturgias de los teatros vascos.

Esta vez ha elegido un tema que le preocupa desde hace tiempo. «Todos sabemos cómo queremos vivir, pero muchas veces obviamos la pregunta de cómo queremos morir. Me apetecía abrir esa puerta», explica. 'Ni flores, ni funeral, ni cenizas ni tantán' parte de la historia de un padre y su hija. «Uno de los dos está enfermo y a través de un viaje muy simbólico, el Camino de Santiago, nos va a contar cómo le gustaría morir y hace un repaso de su vida». La obra es «un homenaje a toda la gente que trabaja en paliativos y a los que han muerto con dolor porque los paliativos no llegaban».

Durante el proceso de investigación ha visitado la unidad del hospital vizcaíno San Juan de Dios y ha entrevistado a la responsable del observatorio que maneja datos de todo el país. «Llevan años pidiendo una ley general que no dependa de la voluntad de cada autonomía y se haga cargo de estos últimos cuidados, que no son solo médicos sino también emocionales». En julio hicieron una lectura y la gente salió «muy conmovida».

Las obras ya se han editado. Hoy se presentan en el Salón Teatral del Libro dentro del Valle-Inclán y se ponen a la venta. El CDN «no tiene compromiso de producción, aunque a veces lo hace». En cualquier caso, la autora, que ya es miembro de la Academia de Artes Escénicas, está dispuesta a representar la obra con La Dramática Errante, la compañía que ha creado junto a Ane Pikaza. «De una forma u otra la veremos», asegura.

Entre los recuerdos que se trae de Madrid destaca su participación en un proyecto a pie de barrio. 'Dramawalker Lavapiés' permite recorrer las calles escuchando historias reales narradas por distintos autores. Goiricelaya ha contado la de Mame Mbaye, «el mantero de 35 años que mientras corría perseguido por la Policía sufrió un infarto y cayó muerto».