La obra se adentra en la vida de una familia cuidando al detalle la expresividad y el espacio escénico. aitor matauco

Kulunka vuelve al teatro de máscaras con 'Forever', su obra más ambiciosa

Estrena en el Arriaga esta cruda historia familiar, sobre una plataforma giratoria que representa el paso del tiempo

Teresa Abajo

Bilbao

Jueves, 26 de enero 2023, 00:51

Las máscaras que hace con sus propias manos Garbiñe Insausti a partir de figuras de arcilla no buscan ocultar la realidad, todo lo contrario. Transmiten ... tanta verdad que cuentan historias sin palabras y comparten sus emociones con espectadores de todo el mundo. Después de tres montajes de teatro de texto y musical, la compañía vasca Kulunka vuelve a utilizar este lenguaje universal para adentrarse en la vida de una familia, esta vez con mayor ambición en la puesta en escena. 'Forever' se estrena el sábado en el Arriaga (19.00 horas).

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Todo ocurre sobre una platafoma giratoria que les permite mostrar diferentes espacios y representar «el paso del tiempo que no se detiene». Es la primera vez que usan este recurso, «que nos catapulta hacia una narrativa absolutamente cinematográfica», explica el director, Iñaki Rikarte. «La función adquiere una dimensión poética que no tendría con una escenografía fija» y los personajes «no son patrimonio de un actor». Los tres intérpretes –José Dault, Garbiñe Insausti y Edu Cárcamo – pasan de uno a otro en un ejercicio de «virtuosismo».

El Centro Dramático Nacional, el Arriaga y el Teatro Victoria Eugenia colaboran en esta producción, que tras su estreno en Euskadi estará dos semanas en Madrid – en el María Guerrero– y planea una gira por Europa. Con ella vuelven a cruzar las puertas de una casa, una fuente de inspiración inagotable. «Dentro de una familia cabe todo, no hace falta irnos más lejos», afirma Rikarte. «Con las máscaras necesitamos contextos y roles reconocibles. Todo el mundo sabe lo que significa una madre y un hijo, lo que cabe en esa relación, lo que supone que una pareja se rompa. Hay lugares que están en el imaginario común y tienen tanta profundidad como los ojos que los observan».

Con 'André y Dorine' han contado en 30 países cómo afecta el alzhéimer a la vida de un matrimonio. 'Solitudes', protagonizada por un anciano que se queda viudo, logró en 2018 la proeza de coronarse como mejor espectáculo teatral del año sin una palabra de texto. 'Forever' es un título «irónico» que alude a la idea del amor eterno y al compromiso vital que supone tener un hijo. Los protagonistas se aman y ansían ser padres, pero la experiencia no resulta como imaginaban.

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El error de la sobreprotección

«El punto de partida tiene que ver con las contradicciones del amor y la sobreprotección», dice Rikarte. «A veces, por querer lo mejor, puedes estar provocando lo peor y, a pesar de hacer las cosas lo mejor que saben, se alejan de lo que soñaban que serían». Ponen el foco en temas como paternidad, educación, discapacidad, sexualidad y violencia, siempre sobre ese «tiovivo» que no deja de girar. «Es alucinante lo que se ve y lo que no se ve, hay que hacer cambios a la velocidad del rayo».

La idea se les ocurrió hace dos años y le han dedicado siete meses de trabajo entre Euskadi y Madrid. El proceso de creación es más largo que cuando se monta un texto escrito. Para que todo funcione sin diálogos se requiere «una dramaturgia muy elaborada» que se va escribiendo en la sala de ensayos. «Hemos tenido que hablar mucho para llegar a no decir palabras en la función», asegura el director. Deben ir a la esencia «y para encontrar lo mínimo, hay que escarbar lo máximo». La música y el espacio sonoro de Luis Miguel Cobo, que ganó un Max por su trabajo en 'Solitudes', «es como una barandilla para el espectador, le coloca en el tono de cada una de las situaciones».

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El espacio escénico es obra de Javier Ruiz de Alegría e Ikerne Giménez. En el hogar de esta familia en la que nadie habla pero todos tienen mucho que decir, cada detalle se amplifica y «se carga de significado». Las máscaras de fibra de poliéster parecen sonreír o enfadarse, e incluso el famoso corazón con brazos de Ikea muestra su potencial como elemento dramático.

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