Una cartelera teatral que deslumbra

Lo que enriquece la programación es la capacidad de lanzar producciones locales sin perder de vista las giras que merece la pena traer a Bizkaia. La red Sarea, que agrupa 69 espacios escénicos de titularidad pública en Euskadi, consigue que muchos grandes artistas hagan varias paradas aquí. Esta semana, por ejemplo, Carlos Hipólito llevará a Getxo y a Basauri su primer monólogo, 'Oceanía', un acontecimiento que se repetirá el 19 de noviembre en Santurtzi. Y quienes se hayan perdido esa lección de teatro que es 'Silencio', el monólogo de Juan Mayorga con todos los recursos interpretativos de Blanca Portillo, tienen otra oportunidad el 21 de enero en el Teatro Barakaldo. El Festival de Teatro de Santurtzi, decano de Bizkaia con 43 ediciones, luce en su cartel nombres como Juan Diego Botto, Lola Herrera, Juan Echanove e Irene Escolar.

Siempre hay que mirar la cartelera más allá de Bilbao, aunque estos meses el Arriaga brilla con especial intensidad. Tras una temporada de transición en la que la ocupación media bajó al 50%, el coliseo bilbaíno va a por todas dispuesto a recuperar los datos anteriores a la pandemia. Apenas da tregua con títulos como 'Los farsantes' (quedan muy pocas entradas), 'Ser o no ser' (también recalará en Santurtzi) 'El beso de la mujer araña' y 'Los santos inocentes' que hablan por sí solos. Este mes estrena dos grandes apuestas locales: 'Lear', la adaptación del clásico de Shakespeare que dirige Richard Sahagún, y 'Todas las hijas'. El teatro en euskera también llega a lo grande con 'Love & Money', de Dennis Kelly en Pabellón 6, y 'Hondamendia', la obra de Harkaitz Cano inspirada en el vertedero de Zaldibar y la pandemia que se verá en Bilbao, Santurtzi y Gernika entre otras plazas.

Lo que ha encumbrado esta obra no es el Premio Nacional de Teatro que recibió Juan Diego Botto, autor e intérprete, el año pasado ni los dos Max a mejor espectáculo teatral y mejor actor. Lo que agota las taquillas a su paso es el boca a boca, lo que cuentan los espectadores a la salida del teatro (mejor hablar poco) y la emoción que transmiten. Más que un monólogo sobre García Lorca, es como si escucháramos su voz, que nos habla de nuestro presente. Cada detalle del texto y la puesta en escena conforma una experiencia intensa que muchos queremos vivir más de una vez.

Una de las grandes alegrías que nos depara el Festival de Teatro de Santurtzi es esta obra de Pascal Rambert, un autor que lleva al límite a los actores y deja al público pegado a la butaca. El dramaturgo, director y coreógrafo, que en 2016 recibió el Premio de Teatro de la Academia Francesa por el conjunto de su obra, radiografía las relaciones humanas a través de duros combates dialécticos. En este caso, en una habitación de hotel de Helsinki un padre y una madre discuten por la custodia de su hija. Asumen el reto Israel Elejalde e Irene Escolar, que ya saben lo que es trabajar con Rambert.

La comedia que Ernst Lubitsch estrenó en plena Segunda Guerra Mundial (1942) llega a escena con el sello de calidad de Juan Echanove. Él dirige y protagoniza esta adaptación que demuestra la fuerza del teatro y su capacidad de resistencia frente a la barbarie. La trama se desarrolla en 1939 en Varsovia, donde una compañía ensaya una sátira del nazismo al mismo tiempo que 'Hamlet'. Pero los actores están a punto de asumir el papel de sus vidas: hacerse pasar por nazis para ayudar a la Resistencia y huir a la tierra de Shakespeare, un camino sembrado de giros inesperados.

Esta obra es fruto de un largo proceso creativo que inició la actriz Gemma Martínez. Quería hablar de las mujeres de su generación y de sus miedos, que fueron aflorando en talleres de investigación e improvisación teatral dirigidos por Andrés Lima. David Caiña firma la dramaturgia y Ane Gabarain, Maribel Salas, Sol Maguna y Vito Rogado completan el reparto. Son cinco actrices a las que vemos en la parte de atrás del escenario. Necesitan hablar de quiénes son y cómo han llegado hasta aquí mientras ensayan una obra de misterio y violencia que les hace revivir episodios de sus propias vidas.

El Teatro Barakaldo estrena en Euskadi esta obra, rodeada de una sutil atmósfera de misterio. La autora, Laia Ripoll, se basa en un personaje de la novela 'La carne' de Rosa Montero: Josefina Aznárez, una escritora decimonónica que se desdobla en un personaje masculino para conseguir el respeto y admiración que le niegan. La obra rinde homenaje a «las mujeres valientes, silenciadas y olvidadas» de forma original y con el ritmo propio de un thriller. Silvia de Pé, que fue quien tuvo la idea de llevar este personaje al teatro, ha logrado el premio de la Unión de Actores y Actrices por su interpretación.

Algunos críticos no han dudado en calificarla como «la obra del año» o «la que gusta a todo el mundo» y apenas quedan entradas para comprobarlo en el Arriaga. Esta sátira de Pablo Remón -Premio Nacional de Literatura Dramática por 'Doña Rosita anotada'- ahonda en las miserias de la gente que se dedica al cine y al teatro con un reparto capaz de darlo todo. Javier Cámara, Francesco Carril, Marina Salas y Nuria Mencía viajan por decenas de personajes, espacios y tiempos arrastrando a los espectadores. Todo empieza con la historia de una actriz de carrera estancada y un director de éxito que sufre un accidente.

Siempre es un aliciente ver en escena a Kiti Mánver, que ahora interpreta en el teatro un papel con el que dio un auténtico recital en el cine. 'El inconveniente' les valió una nominación al Goya tanto a ella como a Juana Acosta. En la versión teatral es un hombre, al que encarna Cristóbal Suárez, quien encuentra el piso ideal con una condición: la dueña, una mujer mayor y aparentemente frágil, debe vivir allí hasta su muerte. La relación entre ambos será muy distinta a la que imaginaban. Marta Velilla completa el reparto de esta comedia dramática, escrita y dirigida por Juan Carlos Rubio.

La novela de Manuel Puig sobre dos presos muy diferentes que comparten celda durante la dictadura militar argentina se ha llevado al cine y también al teatro, en esta ocasión en versión de Diego Sabanés bajo la dirección de Carlota Ferrer. Eusebio Poncela se luce interpretando a Molina, un homosexual que evoca películas antiguas para escapar de la realidad, e Igor Yebra le da la réplica en el papel de Valentín, activista político. No es la primera vez que actúan juntos, ya que el bailarín y coreógrafo bilbaíno debutó en el teatro -y llamó la atención- en 'Esto no es la casa de Bernarda Alba', dirigida también por Ferrer.

Es todo un acontecimiento llevar al teatro una de las grandes novelas de Delibes alejándose de la película que todos recordamos. Tienen mucho que ver en ello dos bilbaínos: Fernando Marías, cuya última obra fue la adaptación del texto, y Javier Hernández-Simón, que colaboró en esta tarea y asume la dirección del montaje. Se apoya en un gran reparto - con Javier Gutiérrez y Luis Bermejo como Paco el bajo y Azarías- y la puesta en escena subraya la vigencia de una historia ambientada en un cortijo extremeño en los 60. Nos hace reflexionar sobre la desigualdad y el papel de la educación.

En febrero se estrena otra ambiciosa adaptación literaria, 'La lucha por la vida'. La trilogía de Pío Baroja ('La busca', 'Mala hierba' y 'Aurora roja') tiene como protagonista a Manuel Alcázar, un muchacho que llega a Madrid desde el medio rural. Asistiremos a su formación «en un medio hosco y adverso», entre holgazanes, pícaros, estafadores, trabajadores y seres desvalidos, en este montaje dirigido por Ramón Barea, que también actúa. Le acompañan María Cerezuela, Aitor Fernandino, Olatz Ganboa, Ione Irazabal, Itziar Lazkano, Mikel Losada, Sandra Martín, Arnatz Puertas y Alfonso Torregrosa.