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Muchas mujeres afectadas posponen las intervenciones e incluso las consultas
Los miomas son tumores benignos del músculo liso del útero. A menudo, causan sangrado uterino anormal y presión pélvica, y a veces, provocan síntomas urinarios o intestinales, infertilidad o complicaciones del embarazo. Con el fin de esclarecer las dudas crecientes, el podcast ‘Hablemos de salud con…’ que organiza EL CORREO con el Hospital Quirónsalud Bizkaia reunió al doctor Ignacio Lobo, un prestigioso especialista en Ginecología y obstetricia en Quirónsalud Bizkaia, y una antigua paciente, Zuriñe Galarza. El doctor explica cómo las cirugías para extirpar miomas son muchas veces necesarias, a la vez que evitadas por las que sufren este tipo de condición.
Zuriñe Galarza es una paciente que fue operada por el doctor y relata su experiencia después de haberse realizado las intervenciones. Estos miomas se forman a partir de una célula, que empieza a proliferar y a hacer una especie de ovillo. Los síntomas varían en cuanto a tamaño, localización y otros factores. Si el volumen es grande, provocan distensión abdominal, mientras que si están asociados al sangrado, pueden producir esterilidad. «La mayoría son asintomáticos, pero si empiezan a dar problemas, nos plantearemos diferentes tratamientos», comenta.
La paciente tenía síntomas de mucho sangrado, pero nada reseñable. Había normalizado reglas muy fuertes. Existen cirugías que extirpan el útero, dirigidas a aquellas que no quieren tener hijos. Los ovarios se conservan, por lo que la ‘feminidad’ de la mujer no se pierde. En caso de querer tener hijos, se realizaría una cirugía conservadora. El doctor matiza, que hay que quitarle el miedo a estas técnicas quirúrgicas: han mejorado mucho en los últimos años. Antes, todo era cirugía abierta, luego surgieron las laparoscopias. A partir de 2010, comenzó la cirugía robótica, que dejaba cicatrices mínimas, y en 2020 surgió una nueva técnica: V Notes, con ausencia total de cicatrices.
El único inconveniente de Zuriñe fue, en su opinión, el no haberlo hecho antes. «Recomiendo que las afectadas se pongan en buenas manos», asegura. Por su parte, el docto Ignacio Lobo insta a no normalizar una regla dolorosa, confiar en los especialistas y acudir regularmente al ginecólogo, ya que no se pierde nada y hay mucho en juego.
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