Tres equipos de respuesta inmediata atenderán a las residencias vizcaínas

La función de estos equipos será doble. Por un lado, los técnicos del IFAS realizarán tareas de asesoramiento y apoyo a los centros en la revisión o modificación de la sectorización o plan de contingencia y, por otro, llevarán a cabo pruebas diagnósticas a contactos estrechos. Hasta finales del pasado mes de mayo 285 ancianos habían fallecido por el virus en las residencias vizcaínas y persistían las dudas sobre otros 32 decesos. Como dato positivo, un total de 1.600 mayores residentes habían superado la enfermedad en el territorio, que suma 155 geriátricos.

Según recuerda en una nota, la institución foral tiene establecido un marco de trabajo conjunto con el Departamento de Salud del Gobierno vasco, en concreto con las Unidades de Vigilancia Epidemiológica, para la detección precoz de los casos de Covid-19 en los centros residenciales y en la comunidad; para el seguimiento de los contactos estrechos en dichos centros de los casos positivos confirmados y para poder minimizar la transmisión en estos equipamientos y también a la comunidad. Dentro de este trabajo de colaboración, el departamento de Acción Social ha organizado estes mes de junio sesiones de formación 'online' para profesionales en los centros sociosanitarios sobre estrategias y técnicas de prevención frente al coronavirus en las residencias. La primera, celebrada hace una semana, reunió a más de 1.000 participantes.

Mientras, los mayores internos en las residencias de Bizkaia van recuperando poco a poco la normalidad después de que la Diputación autorizase el pasado viernes los paseos de carácter terapéutico en los centros. Así, los residentes ya pueden ir solos o acompañados de profesionales o personas allegadas, tomando, eso sí, todas las medidas de prevención e higiene y evitando espacios concurridos o cerrados.

La orden foral que entró en vigor tras el fin del estado de alarma incluye también una serie de medidas organizativas de prevención, contención y coordinación para evitar riesgos de propagación del Covid-19 en los centros residenciales. Y establece la obligación de que los geriátricos cuenten con sus propios planes de comunicación, difusión y formación de las medidas de prevención y actuación desplegadas o a desplegar entre los residentes, profesionales y familiares. Para todos ellos deberán disponer, además, de un stock de seguridad de equipos de protección individual suficiente para el desarrollo de la actividad del centro, al menos para cinco semanas.