«Queridos espectadores, el móvil se apaga durante la función», exige el protagonista de 'Agur, Otxoa feroz!'

Unai Izquierdo, uno de los protagonistas de 'Agur, Otxoa feroz', montaje teatral que ha barrido en la Aste Nagusia, se pensó una y dos veces si parar la función y llamar la atención a los espectadores que dejaron sonar sus móviles en las dos últimas funciones. Finalmente desistió, pero ganas no le faltaron. El pasado miércoles y jueves, los cinco artistas que participan en el espectáculo que recrea la historia personal y profesional de José Antonio Nielfa escucharon a todo volumen en cinco y siete ocasiones cómo sonaban varios teléfonos desde el patio de butacas.

No solo eso. Algunos espectadores se pasaron buena parte de la función mandando mensajes de WhatsApp, distrayendo a los intérpretes. Otros no se cortaron un pelo y atendieron las llamadas recibidas, pese a que antes del inicio de la obra una voz en off –de la propia La Otxoa– rogó al público apagar los móviles. «Se comportaron como si estuviesen en el salón de su casa», protesta Izquierdo. «Veíamos iluminadas las pantallas de sus aparatos y eso no ayuda en nada, sobre todo en los momentos más dramáticos de la obra», reconoce Unai, que reprocha la mala educación de estos aficionados.

Izquierdo no llegó al extremo de artistas de la talla de Pepe Sacristán, Lola Herrera y Lluis Omar, que suspendieron momentáneamente las funciones para recriminar al público que se olvidó de apagar los celulares. Sin embargo, ha aprovechado las redes sociales para censurar el comportamiento de estos espectadores. «Hola, queridos espectadores de teatro. Hay una norma básica. El móvil se apaga durante la función; ni se mandan WhatsApp, ni se cogen llamadas ni se envían audios mientras los actores y actrices intenta hacer su trabajo lo mejor posible. Ayer sonaron 7. De nada», se lamenta el intérprete y dramaturgo, que ha celebrado el apoyo recibido en las redes: más de 2.000 'me gusta' y medio millar de retuiteos, algunos de destacados representantes de la escena española.

«Hasta que no paréis la función y echéis la bronca al primero que saque el móvil, no habrá nada que hacer», «Ahora no solo es el móvil, también son los relojes conectados, que cada vez que reciben un mensaje se ilumina la pantalla. ¿Tan difícil es estar 2 horas sin mirar el WhatsApp?», «Lo ideal sería requisar los móviles, porque por mucho que avisen antes de la función, a la gente se la suda. Falta de respeto a vosotros y a nosotros los espectadores», apoyaron algunos internautas.

El dramaturgo y actor ha agradecido el gesto y también ha desvelado que, pese a no paralizar la función, las dos mujeres que intervienen en el la obra –Gemma Martínez y Getari Etxegarai, también directora– algunas 'morcillas' para ver si los aludidos se daban por enterados. «Felisa, ponlo en modo avión», gritaron.

Izquierdo recordó ayer que si no paró la función fue porque «la buena gente no lo merece». También cree que, «posiblemente», parte de a los espectadores que molestaron «sin querer» a los demás se trata de «gente mayor», no tan familiarizada con las últimas tecnologías, por lo que sopesa que habría que tomar medidas para evitar que se repitan en el futuro hechos similares. «A la entrada de los teatros se podría advertir de la prohibición del uso de móviles o recomendar instalación de inhibidores en las salas. Hay que concienciar al público para dignificar nuestro trabajo. No creo que haya cosas tan importantes como para no tener que utilizar en una hora los teléfonos», esgrime.

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