"Aspiramos a captar el espacio que los socialistas vascos están dejando huérfano"

Convertirse en el tercer partido más votado en las elecciones forales le da fuerza, pero también mucho respeto. Roberto Uriarte se muestra prudente. Dice que está abierto a sentarse a hablar con todos los partidos, desde el PP hasta Bildu. Bermeano de 54 años y profesor de Derecho. El secretario general de Podemos en Euskadi reconoce que liderar una formación "recién nacida" le obliga a tomarse un tiempo "necesario de rodaje institucional" para aprender a adoptar "las decisiones correctas".

¿Fue un error presentarse a las municipales sin su marca, en un batiburrillo de siglas que finalmente confundió a los ciudadanos?

La decisión de no participar en las municipales se tomó, precisamente, para evitar problemas. No teníamos una organización suficientemente estructurada para garantizar unas listas limpias. Es decir, unas listas que estuvieran constituidas por gente que cumpliese los requisitos éticos que marca el partido.

¿Y la crisis en Bilbao con la expulsión de dos militantes de Podemos supone un jarro de agua fría tras la euforia del 24-M?

Ha ocurrido en Bilbao y en algún otro municipio. Cuando se decidió esa estrategia sabíamos que podía haber confusión. Pero preferimos hacerlo así y no arropar bajo las siglas de Podemos a decenas de miles de concejales con el riesgo de que se filtraran personas poco adecuadas. Y decidimos no presentarnos aun sabiendo que íbamos a perder votos y parcelas de poder... En cualquier caso, es un asunto extraño, difícil de explicar, y quizá la organización de Bilbao no supo articular un proyecto "tan ilusionante" como el del Madrid o el de Barcelona. No es nuestra responsabilidad, pero pido perdón a la ciudadanía que se ha sentido engañada.

Donostia, sin embargo, no se presentó ante el temor de que algunos aprovecharan el tirón de Podemos.

Sí. Tomó una decisión y es respetable como todas las demás.

Los resultados electorales superaron con creces sus expectativas. 148.000 vascos confiaron en ustedes. ¿Temen morir de éxito?

Los resultados han sido espectaculares. La verdad es que no estaba en nuestros cálculos. Sobre todo teniendo en cuenta que jugábamos en el peor de los escenarios posibles. Si en las elecciones europeas, con la ayuda de una imagen tan potente como la de Pablo Iglesias, fuimos capaces de conseguir 52.000 votos en Euskadi, lograr ahora un 300% más sin el apoyo de ningún líder mediático y con tan pocos recursos parecía misión imposible. Fue un éxito.

¿Da vértigo, no?

Da vértigo, pero sobre todo mucho respeto. Con una estructura débil, como es en este momento la nuestra, haber superado en votos a un partido como el PSE que tiene más de cien años de vida y está profundamente arraigado... Es un gran reto para nosotros.

"Los ciudadanos quieren un cambio"

¿Funcionó el voto de la ilusión?

Sí. Funcionó frente a las políticas viejas y corruptas que han practicado muchas formaciones. Está claro que los ciudadanos quieren un cambio en la forma de hacer política.

Esos ciudadanos confiaron en Podemos sin conocer a fondo su programa. Ahora tendrán que darlo a conocer y posicionarse en muchas cuestiones.

El programa de Podemos está muy bien definido y marca las líneas de un proyecto muy concreto de país basado en dos ejes: la regeneración política y el cambio de modelo económico. Y luego hay una tercera pata, específica de Podemos Euskadi, que es la de tender puentes hacia una sociedad más inclusiva. Una sociedad que dé cabida a las diferentes sensibilidades.

En el caso concreto de Gipuzkoa deberán abordar asuntos en ocasiones polémicos como los residuos, los peajes, el autogobierno...

En temas tan específicos todavía no podemos posicionarnos. Yo calculo, como mínimo, un año o dos de rodaje institucional para poder tomar decisiones concretas. Ahora es tiempo de aprender.

Pero ha llegado ya la hora de mojarse, ¿no?

Sí, claro. Hay que mojarse desde el primer día, pero para hacerlo antes hay que tener criterio.

¿Asusta gobernar sin una estructura de partido y experiencia cero?

Repito que da mucho respeto... El problema es que, como ya se ha demostrado, el exceso de experiencia en el mundo de la política es, a veces, una losa.

¿Cómo van a gestionar su representación municipal cuando en muchas de las localidades donde tienen concejales Podemos iba en coalición?

En principio, Podemos Euskadi, como tal entidad, no ha participado en las elecciones, por lo tanto no se siente comprometido por las acciones de los grupos que se hayan creado. Es una cuestión de gobierno local, y los municipios tienen un alto grado de autonomía para actuar.

¿Qué le parecen los gobiernos que están promoviendo PNV y PSE?

Está claro que tienen un pacto a medio hacer, y tienen toda la legitimidad del mundo para hacerlo. El problema no es quién pacta, sino en qué condiciones. Me gustaría que no fueran pactos de pasteleo, ni intercambio de cromos porque eso no sirve absolutamente para nada. Si por el contrario esas alianzas sirven para buscar diagnósticos conjuntos, bienvenidas sean.

El votante de Podemos

¿Han sido la izquierda abertzale y el PSE los grandes perjudicados de la irrupción de Podemos?

Ambos partidos e, incluso Izquierda Unida, han sido los perjudicados. Pero yo lo plantearía al revés. Hay ciudadanos que confiaban su voto a EH Bildu sin ser profundamente independentistas. Personas que no son de la izquierda abertzale, pero que sí son radicales en lo social y apuestan por cambiar el actual modelo económico. Personas indignadas que ahora han encontrado su hueco. Porque se ha visto que hacía falta un espacio nuevo, un espacio para una fuerza diferente.

¿Un espacio para el voto joven?

Sí. Hemos recogido el voto de los indignados, el de aquellos jóvenes que no están vinculados con los viejos partidos. También es verdad que ha habido mucho voto primerizo.

¿A qué aspira Podemos en Euskadi, donde es tercera fuerza, y en el complicado tablero político de Gipuzkoa, donde es la cuarta? ¿Quiere ser el referente de la izquierda?

Queremos estar en la centralidad del tablero y cambiar las condiciones, no situarnos en una porción de dicho tablero. La aspiración de cara a las generales, que es el mejor de los escenarios, es convertirnos en la primera fuerza en Euskadi.

¿Espera que EH Bildu o PSE llamen a su puerta?

Lo razonable sería que llamaran. Los partidos tienen el deber moral de ponerse en contacto con otras formaciones para ver cuáles son sus intereses. En todo caso, es una decisión que les corresponde a ellos.

¿Pactarán con estas fuerzas?

Nunca hemos dicho que no habrá pactos. Podemos puede llegar a acuerdos concretos con todos los partidos. No tenemos ningún límite. Como ya ha dicho Pablo Iglesias, desde el PP hasta EH Bildu son posibles las alianzas. Ahora bien, siempre sobre cuestiones concretas. Si cualquier partido plantea propuestas que vayan por el camino de la regeneración política, pues ahí estaremos.

¿Y con EH Bildu?

Con EH Bildu nos resultará más fácil pactar en ciertas cuestiones, por ejemplo, en las económicas. Sin embargo, en temas de pacificación o de reconciliación no tenemos un programa nada cercano. La izquierda abertzale todavía tiene muchos pasos que dar para llegar a ser una fuerza normalizada con la que podamos tener un trato más intenso.

¿Se ven llegando a acuerdos con el PNV?

No será fácil, pero insisto en lo mismo. Vamos a sentarnos a hablar con todos, pero con el PNV, en materia económica, supongo que será complicado.

¿Cómo va a ser su relación con los socialistas? ¿Serán su rival directo?

Los socialistas tienen una tradición histórica centenaria, pero según nuestro diagnóstico, y con todo respeto, están inmersos en un proceso de 'Pasokización'. Es decir, les está sucediendo como a los socialistas griegos; han dejado de ser una fuerza de transformación social y, en ese sentido, aspiramos a captar el espacio que ellos están dejando huérfano. No es que tengamos algo en contra el PSE, pero parece que se está batiendo en retirada.

¿Qué tipo de oposición van a ejercer?

Son los ciudadanos los que han decidido que estemos en la oposición, y eso es lo que haremos. Estaremos vigilantes, pero también seremos honestos. Nos corresponde condicionar desde esa oposición que los partidos que gobiernan hagan políticas diferentes a las que han practicado hasta ahora, y den prioridad a las necesidades de la ciudadanía.

Mirando al futuro,¿se plantearía ser el candidato a las autonómicas en Euskadi?

No. Creo que sería preferible que la próxima lehendakari fuese mujer.

¿Cómo valora el éxito de Manuela Carmena en Madrid y el de Ada Colau en Barcelona?

Podemos tuvo la inteligencia en Madrid y en Barcelona de articular su propuesta en base a personas que por su trayectoria vital transmiten una fuerte imagen de solvencia y de honestidad. Creo que esto va a marcar las líneas de cara al futuro. Podemos debería aprender esta lección y ser muy selectivo a la hora buscar candidatos que pueden garantizar tanto solvencia como honestidad.