Las operaciones que llevaron al límite a la DYA y que no serán juzgadas
La investigación se centró en los desvíos de fondos pero la entidad también denunció otros movimientos «irregulares»
Los escritos de acusación contra Izaguirre se centran en los supuestos desvíos de fondos desde la DYA hacia empresas catalanas que escapaban al control de ... la entidad benéfica vizcaína y sus donantes. Estas transferencias millonarias fueron la base de la querella que la nueva junta directiva presentó contra su expresidente en 2022. Sin embargo, poco después realizaron una ampliación de la querella con otra serie de operaciones supuestamente irregulares que no fue admitida por una «discrepancia jurídica» en la calificación de los hechos. Estas son algunas de las operaciones denunciadas.
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Los gastos con la tarjeta
La nueva junta directiva acusó a Izaguirre de utilizar supuestamente la tarjeta de crédito de la DYA para abonar numerosos gastos personales. La habría usado presuntamente para pagar muebles y materiales de construcción en tiendas de bricolaje. También para abonar una noche de hotel por 800 euros y botellas de alcohol por 600 euros, entre otros gastos. En su declaración de bienes en el Ayuntamiento de Galdakao se atribuyó la propiedad de un 'Mercedes Benz 220' que en realidad era de la DYA.
El contrato de Can Padró
La operación para adquirir un centro de entrenamiento de emergencias en Cataluña, en la que se invirtió unos 12 millones de euros, dejó a la DYA al borde de la desaparición. La adquisición se hizo supuestamente sin el visto bueno de la asamblea.
El sede de Garellano
Los actuales gestores denunciaron que se les ocultó el acuerdo para alquilar el local de la sede de Garellano en 2021. Los términos eran los siguientes: un contrato a 25 años, con una renta mensual de unos 12.000 euros, sin derecho a compra y con una cláusula que les obligaba a abonar los 25 años de alquiler si se marcha. Además, gastaron un millón en la reforma del local que estaba vacío. En 2024 la DYA alcanzó un acuerdo para deshacer el contrato y volver a su histórica sede de Alameda San Mamés, que ocupaba desde 1985.
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