Zaratamo regenerará más de 30.000 metros cuadrados junto al Ibaizabal

El Ayuntamiento de Zaratamo no quiere ser ajeno a la regeneración que está viviendo el vial que une Galdakao con Basauri y cuyas márgenes han palidecido durante las últimas décadas después de que la industria de la zona languideciese. La implantación de Mercadona y Bricomart en el entorno durante los últimos meses ha dado otro aspecto a la zona en la que URA se empeña a fondo para evitar inundaciones con la tercera fase de encauzamiento del río Ibaizabal.

El Consistorio quiere sumarse a la modernización que empieza a impregnar la zona próxima al que es el segundo municipio más poblado de la comarca. Por ello, la institución local, en manos de EH Bildu, ha aprobado la modificación puntual del plan general de ordenación urbana que permitirá recuperar una pastilla de 30.000 metros cuadrados. La mayoría de la extensión acogerá actividad industrial y comercial, aunque también se construirán 24 viviendas en el área cercana a Olagane.

La decadencia industrial y el cierre y posterior abandono de la empresa Outokumpu, en sus inicios Hermanos Pradera, convirtió el lugar, a ambos lados de la carretera, en una zona degradada. Por ello, la ambiciosa operación urbanística que se impulsará desde el Ayuntamiento de Zaratamo afectará tanto al lado en el que todavía se levanta el esqueleto de la acería, pero también en el solar que pegado al río discurre al otro lado de la BI-372.

El proyecto viene de lejos, de anteriores legislaturas, pero errores en la tramitación han alargado su aprobación definitiva y han permitido que la zona de Galdakao haya pisado antes el acelerador de la transformación. Si bien, una vez se resuelvan las alegaciones a la propuesta municipal, se podrán dar los primeros pasos.

El diseño de la futura zona contempla la construcción de naves comerciales de una altura máxima de 12 metros. Se modificará el trazado de la BI-3720 y su enlace con la BI-3701, que supone el acceso principal al barrio de Arkotxa, para poder edificar una rotonda.

La intención del Ayuntamiento es ponerse a trabajar con la Diputación y las empresas que se quieran implantar en la zona para que entre todos se financie una glorieta que evite los accidentes que se registran hoy en día en la zona. «Es una vieja reivindicación de los últimos treinta años y el barrio se merece un acceso mucho mejor del que tiene», recuerda el alcalde de la localidad, Alberto Ugarriza. El ente foral elaboró hace años un proyecto de cómo quedaría el lugar tras la intervención, pero la falta de entendimiento a la hora de costear el tajo obligó a guardar el documento en un cajón.

Dentro del futuro plan se dejará un solar para que Euskotren pueda construir un apeadero o una estación en el municipio, una vez se clarifique el recorrido de la futura línea 5 de metro. El municipio podría llegar a aportar más de un millar de potenciales usuarios. Al otro lado de la carretera, en la zona pegada al río, se habilitará un paseo de ribera con bidegorri que llegará hasta el entorno del centro comercial Bilbondo.

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