«Podré llegar a casa sin tener que pararme a descansar por el camino»

Begoña Fernández vive en lo alto de Rontegi, junto al colegio, desde hace varias décadas, y confiesa que muchos días se piensa mucho lo de salir a la calle. Es lo que tiene residir en un barrio plagado de cuestas, el que más pendientes tiene de todo Barakaldo. Con «más de ochenta años» hay veces que las piernas le fallan cuando sale a buscar el pan, a la farmacia o cuando trata de subir con una bolsa o el carro después de hacer la compra. Ella, al igual que muchos otros vecinos de la zona, suspiraba por una rampa mecánica en la calle Nafarroa, lo que será una realidad en los próximos meses, tal y cómo ha informado este lunes el Ayuntamiento.

Ésta unirá la calle Castilla-La Mancha y Castilla y León, unos 40 metros con bastante pendiente, que a algunos mayores como a Begoña se les suele 'atragantar'. «Voy a poder llegar a casa sin tener que pararme a descansar por el camino», aplaudía esta mujer, quien asegura que alguna vez da un rodeo para coger las rampas que fueron colocadas en 2018 en la próxima calle Arrontegi, «aunque con eso tengo que andar más y sigo teniendo alguna cuesta todavía hasta el portal».

Esta instalación supondrá una inversión de algo más de medio millón de euros. Las obras acaban de arrancar mientras se termina de fabricar la rampa mecánica, que contará con 27 metros de longitud y ocho grados de pendiente, y estará alineada con la acera existente, lo que llevará consigo la consecuente eliminación de media docena de plazas de aparcamiento, en una zona en la que «es casi imposible encontrar un sitio libre», apunta Miguel Sánchez. «La rampa es necesaria pero para los que tenemos coche nos va a suponer dar aún más vueltas para poder aparcar», apunta a este periódico totalmente resignado este otro vecino.

Un acceso mecánico al que seguirá otro más en la misma calle hasta la confluencia con Araba, junto a una de las entradas del colegio público del barrio. Unos 65 metros de trazado con algo más de pendiente que aliviará totalmente el camino a Begoña, a otros tantos mayores y personas con movilidad reducida así como a los padres que empujan carritos rumbo al centro escolar. Una segunda fase que según ha apuntado la alcaldesa Amaia del Campo se encuentra «en estudio» por parte del personal técnico del Consistorio.

Esto va a convertir al populoso barrio de Rontegi, situado en las faldas del monte del mismo nombre, en uno de los núcleos de Barakaldo con más accesos mecánicos, debido a la orografía del terreno. A las rampas colocadas hace cuatro años y medio para facilitar la subida hacia el ambulatorio, se unió hace unos meses el ascensor para unir Etxatxu y San Luis. Actuaciones en las que se han invertido 1,6 millones de euros, siendo todas ellas muy demandadas por los vecinos, a las que seguirán las rampas de Nafarroa. «Estas intervenciones en materia de accesibilidad son las que más facilitan la vida, hacen que un vecino pueda o no salir a la calle», afirma la regidora de la localidad fabril, quien ha destacado que a lo largo de los últimos siete años se han invertido cerca de 10 millones de euros en la creación de accesos mecánicos «para unir los barrios y hacerlos más accesibles».

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