«Al Ayuntamiento no le queda otra que actuar de oficio y clausurarlo cuando sea firme»

Los vecinos se dan por «satisfechos» después de un proceso «largo». «En plena pandemia comenzaron las obras, nos enteramos sin previo aviso y desde el principio nos dijeron que no nos preocupásemos porque al abrir la puerta se ventilaba», recuerdan.

Conocían perfectamente las posibilidades técnicas del edificio y que la lonja carecía de ventilación independiente. Hace años la comunidad evitó que un restaurante chino abriera sus puertas precisamente porque faltaba un conducto aislado. En ese momento el Ayuntamiento les dio la razón, algo que no sucedió con la apertura después del tanatorio. El arquitecto municipal, aunque en el juicio reconoció que el aire estaba «contaminado», aseguró que la «valoración dependía del Gobierno vasco».