«Están en juego 212 empleos», dice la empresa

Extender la actividad al término municipal de Bedia permitiría a la firma cementera contar con suministro de roca para funcionar, al menos, durante otro cuarto de siglo. «Además de la caliza, hay que tener en cuenta que hemos hecho una serie de inversiones que nos permiten sustituir alrededor del 8% de las materias primas naturales a través del consumo de materiales recuperados de otras industrias que, de no ser así, irían a un vertedero». En cierta forma, este reciclaje permite alargar en esa proporción la fecha de agotamiento del filón de caliza pendiente de extraer.

La empresa no se plantea el cambio de las normas subsidiarias de Bedia (lo que en la práctica posibilitará su ampliación) como una cuestión ambiental. «La afección ya existe y la compañía tiene desplegadas todas las medidas ambientales reguladas, así como medidas voluntarias como nuestros planes de biodiversidad». En esta línea, aseguran que «realmente la única modificación es que cambia el municipio donde se realiza la explotación de la caliza». Para la firma cementera es «un trámite administrativo» que deriva de un proyecto que fue aprobado en 1990.

Cementos Lemona cumplió 100 años en 2017. Y desde hace una década es propiedad de la multinacional irlandesa CRH. «Somos una de las empresas más longevas del territorio. Desde 2013 hemos invertido más de 40 millones de euros en modernización, inversiones realizadas con el objetivo de permanencia en el territorio, así como la optimización de la huella ambiental y eficiencia energética», subrayan.