Kim Jong-Un, una 'bomba H' y un grupo pop de chicas
El dictador coreano anuncia que dispone de la bomba de hidrógeno, un monstruo nuclear que se dejó de fabricar en 1961. Los expertos consideran que la información es mera propaganda dentro de sus enloquecidas relaciones con China, a donde acaba de enviar su grupo vocal femenino como embajadoras
óscar b. de otálora
Jueves, 10 de diciembre 2015, 18:45
La última vez que se detonó una 'bomba H' fue el 30 de octubre de 1961, cuando el Gobierno soviético arrojó un dispositivo de este tipo sobre el despoblado archipiélago de Nueva Zembla, en el Ártico. La explosión de este monstruo nuclear -denominado 'la bomba Zar'- fue equivalente al estallido de 50 megatones, es decir 50 millones de toneladas de TNT. La bomba lanzada sobre Hiroshima, bastante más pequeña, con un poder calculado entre 15 y 20 megatones, causó 166.000 muertos. La 'Zar', la última bomba de hidrógeno, podría acabar con toda la vida humana en Nueva York y sus alrededores, por ejemplo, en unos segundos.
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El dictador de Corea del Norte, Kim Jong-Un, anunció el martes 9 de diciembre que poseía una bomba de hidrógeno, una 'bomba H'. Fue una declaración realizada en la fábrica de municiones de Phyongchon, en la capital de su país, donde se limitó a afirmar que ya disponía de ese armamento -el más destructivo construido hasta la fecha por el ser humano- y era capaz de usarlo para defender la soberanía de su país. Nadie le tomó en serio, pese a que es evidente que sí dispone de armamento nuclear, y el anuncio se atribuye al intento desesperado de cobrar protagonismo de un líder que ya solo conoce la diplomacia de la paranoia. En este sentido, el anuncio de que Corea del Norte disponía de tecnología para fabricar bombas de hidrógeno se conoció de forma paralela a que divulgó que Kim Jong-Un había enviado a su propio grupo pop femenino, la Banda Morabong, a China. Y para los expertos, este hecho es tan importante como la 'bomba H'.
Kim Jong-Un está sometido en estos momentos a un aislamiento internacional sin precedentes en el que incluso China, su último aliado, ha congelado sus relaciones con un dictador que ya es impredecible y al que se considera el mayor factor de inestabilidad de la región. Kim Jong-Un ya se sintió traicionado hace un año, cuando China y Corea del Sur oficializaron sus conversaciones para negociar un tratado de libre comercio y para conseguir una desnuclearización de la zona. En junio de este año, Kim Jong-Un decidió mostrar su enfado y para ello se negó a asistir a los actos oficiales organizados por el Gobierno chino para conmemorar su victoria sobre Japón en la Segunda Guerra Mundial. Todavía se quedó más solo.
Los expertos en diplomacia asiática creen que el dictador coreano, de 32 años, en su simpleza, es capaz de concebir tan solo una estrategia basada en el palo y la zanahoria. Y ahí se mezclan sus chicas -la Banda Morabong- y la 'bomba H'.
La Banda Morabong es un conjunto vocal exclusivamente femenino, responsable de un pseudo-pop épico y cuyas componentes se presentan como las abanderadas de la modernidad de Corea del Norte. Sus componentes visten con minifaldas y lentejuelas -algo no visto hasta ahora en el país asiático- y, según se afirma, son elegidas personalmente por el dictador. El grupo nunca había actuado fuera de su nación; se esperaba que su gira por China el pasado mes de diciembre fuera su primera incursión en el extranjero, pero las actuaicones fueron canceladas en el último minuto. Muchos de los expertos en política asiática han afirmado que el viaje de este grupo pretendía ser un intento de presentar una cara amable ante el gigante asiático y retomar los contactos. Una copia parecida a la 'política del pin pong' que en 1972 sirvió para relajar la tensión entre Richard Nixon y Mao, que se reunieron con la excusa de un partido de tenis de mesa entre las selecciones de sus respectivos países.
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Pero Kim Jong-Un combinó este gesto con el anuncio de que posee la 'bomba H'. En principio, esta afirmación supuso desempolvar uno de los episodios más tenebrosos de la Guerra Fría. La bomba de hidrógeno fue desarrollada por la Rusia soviética antes que Estados Unidos y se consideraba tan brutal que dejaba muy atrás el poderío demostrado en Hiroshima por los norteamericanos. Finalmente, los americanos consiguieron su propio modelo, en un salto tecnológico que hizo que algunos de los creadores de la bomba atómica protestasen por la magnitud del arma nuclear que se estaba desarrollando. Según indicaron, el único objetivo de esta bomba era el genocidio.
Si la bomba atómica funciona mediante la fisión de átomos, la bomba de hidrógeno mezcla esta técnica con la fusión, mediante un complejo sistema de explosiones simultáneas. La primera bomba estadounidense, la 'Ivy Mike', estalló en 1952 en un atolón del Pacífico. La isla sobre la que detonó desapareció al instante, en lo que supuso la primera manifestación de la energía termonuclear.
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En 1961 explotó la 'bomba Zar', que, según los estudios habría causado quemaduras a personas que se encontraban a 100 kilómetros de distancia. Su energía, por ejemplo, equivalía a toda la luminosidad del sol durante un segundo. La prueba, sin embargo, demostró que esta bomba no era práctica. Introducida en una carcasa gigante, solo podía ser desplazada en aviones especiales -no en misiles- por lo que no había podido llegar a su objetivo en una zona de guerra con cazas y armamento antiaéreo. Cualquier desarrollo de este arma fue rechazado por Estados Unidos y Rusia al considerarlo poco útil.
La única forma que tiene Kim Jong-Un de demostrar que posee una 'bomba H' sería detonarla, pero para ello crearía un incidente diplomático sin precedentes y el efecto que un estallido termonuclear tendría en su país sería incaculable. Es más fácil mandar a la Banda Morabong a China para intentar romper su aislamiento.
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