La gran quedada de los Gurtubai en Basauri

Arantza Gurtubai Fernández ha venido desde Llodio, pero curiosamente nació en Basauri, el municipio que hoy acoge a la expedición. Se han dado cita en un restaurante próximo a la estación de Euskotren con capacidad para servir un refrigerio a tan extensa familia. En la cocina se apresuran a preparar las bandejas de queso, jamón, ensaladilla, de todo un poco, mientras los asistentes hablan y comparten su deseo de algo tan simple y complicado a la vez como pasarlo bien. «Estuvimos en 2017 con mi padre, que falleció y por esa razón nos costó volver en 2019. Ahora, que suponía volver a encontrarnos todos después de la pandemia, nos hemos animado», cuenta la mujer.

El alcalde de la localidad, Asier Iragorri Basaguren, hace de maestro de ceremonias y alardea de que no siendo su primer ni segundo apellido, él también es un Gurtubai. «Os he seguido en redes, viendo cómo preparábais este encuentro y la verdad que es enviable las ganas que le habéis puesto», les dice. Le acompaña Gotzon Basabe Azkueta, que lleva el Gurtubai como tercer apellido, una posición suficientemente importante como para erigirse en el principal promotor del congreso 'gurtubayero'.

Cuenta que las promotoras de la cumbre fueron la pamplonesa Merche Gurtubay, que falleció víctima del covid, y la santanderina Maite Sánchez de Gurtubay, también fallecida. A ellas y al exalcalde de Amorebieta Alberto Gurtubay, el tercero que falta este sábado, quiso recordar Basabe. «Alberto siempre amenizaba la fiesta con su txistu, se le echa mucho de menos. Por todos ellos decidí coger el testigo de la organización de este día. Siempre me acuerdo de mi padre, que falleció dos años antes de la primera quedada. Hubiera sido la persona que más hubiera gozado de algo así. Sólo por él seguiré organizándolo, aunque finalmente nos juntemos solo cuatro».

Tiene mucho de nostálgico una fiesta así. Cuenta Gotzon Basabe que en este tipo de juergas se encuentran primos que no se conocían y hermanos que llevaban décadas sin verse. Vienen gentes de México, Venezuela, Argentina, Estados Unidos, Colombia, Uruguay... incluso de Alemania, como Fernando Gurtubay, que nació en Santander, creció en Madrid y vive en Berlín. Desde allí se ha venido expresamente a verse con sus parientes lejanos, acompañado de Olaf Kobaltz. «Con ésta es la tercera vez que venimos y mientras se siga organizando, aquí estaremos, porque la gente en Euskadi te trata como si te conociera de toda la vida. Ayer vinieron a buscarnos al aeropuerto unos desconocidos y nos trataron como si fuéramos su amigos de siempre. Es una maravilla», cuenta.

Edurne Gurtubai Sagardui tiene 70 años y ha venido acompañada de su hija Amaia, varias nietas y no sé cuántos miembros más de la familia. «¡Cómo no vamos a estar hoy aquí. Llegan gentes de Chile, Alemania, Venezuela, ¿y nosotros no vamos a venir de Berango!»

Lo de la quedada familiar es como una boda donde todo el mundo es protagonista. Cada mujer es una novia y cada hombre, un novio. Iñaki Gurtubay (71 años) ha llegado acompañado de varios amigos, entre ellos Manu Egileor Gurtubai, cuyo abuelo, según cuenta con sano orgullo, fue alcalde de Abando «hace más de cien años». Iñaki, como es médico jubilado, sabe mejor que nadie que lo que ocurre en este tipo de jolgorios forma parte de las mejores medicinas que pueden tomarse. «Hace unos días acudí a una charla del neuropsiquiatra Ignacio Quemada, jefe del servicio de Daño Cerebral de la red Aita Menni. «Dijo que, a partir de cierta edad, lo mejor que podemos hacer para conservar la memoria son las relaciones sociales». Y ahí están, 'Gurtubays' y 'Gurtubais' ejercitándola. Con los recuerdos de una vida y los nuevos que están generando este sábado. La fiesta continúa en Orozko. Hay programada una comida, excursión, dantzaris, una juerga, vamos.