La Ertzaintza relaciona al acusado de los crímenes de gais con el «hallazgo de siete cadáveres»

En esta nueva causa, que aún se está instruyendo, también se produjo «un intento de estrangulamiento». Los investigadores han revelado que su «hipótesis de trabajo» es, precisamente, «que lo hacía igual en todas las ocasiones», en referencia a la técnica del mataleón supuestamente empleada para aturdir y dejar inconscientes a las víctimas». Fue por ese motivo, porque los delitos seriales son de su competencia, por lo que las pesquisas fueron asumidas por los agentes de la Central.

Según los responsables de la investigación, existen numerosas pruebas, en especial «movimientos de dinero», que vinculan al sospechoso con todos estos casos, como «bizums o transacciones bancarias a su nombre de las tarjetas o cuentas de las víctimas minutos después de que hubieran fallecido». «Las muertes tienen muchas similitudes, como la condición sexual de los fallecidos o que no presentaban violencia y aparecían sentados, recostados en el sofá, vestidos con ropa de estar en casa...».

El abogado de la defensa ha mantenido un duro interrogatorio a uno de los instructores al entender que la referencia a otros casos podía perjudicar a su cliente. El magistrado-presidente de la sala le ha denegado algunas preguntas y él ha presentado «respetuosa protesta».

En la vista oral un tribunal profesional está juzgando en exclusiva el intento de homicidio cometido presuntamente por el acusado el 17 de diciembre de 2021 en un piso del Casco Viejo bilbaíno. Los demás casos son previos, se produjeron en el segundo semestre de ese mismo año. La Fiscalía pide para él 9 años de prisión por intentar estrangular al hombre con el que se había citado por Wapo y la acción popular, ejercida por la asociación LGTBI Gehitu, 17 años y 11 meses por asesinato en grado de tentativa.

Los dos mandos participaron en la detención de Nelson David M.B. el 5 de mayo de 2022, cuando se presentó en la comisaría de la Ertzaintza en Irún. «Estábamos en Bilbao practicando una declaración precisamente encaminada a la búsqueda» del sospechoso, que estaba «ilocalizable» cuando les avisaron de que se había entregado. «Llegamos a Irún en una hora. Nos encontramos con él. Coincidía con la descripción física y, como estaba ya reseñado, comprobamos que era él por las huellas dactilares y fue detenido», han relatado.

En el registro de la habitación donde se alojaba, se intervinieron «perfumes y colonias que había adquirido con tarjetas de fallecidos, al igual que sudaderas y otras prendas de ropa. Y el DNI de un hombre que le acogió cuando llegó a Bilbao y al que le había estafado cerca de 6.000 euros».

Preguntados por el abogado defensor, los instructores han afirmado que han indagado «todo el entorno social y laboral del acusado» en busca de los supuestos cómplices (el Moracucho, JJ y Toni) con los que Nelson David declaró que actuaba en la primera sesión del juicio. «No hemos tenido ninguno de esos motes en ninguna declaración del acusado», aseguran.

El psiquiatra que atiende a la víctima ha explicado que sufre un trastorno de estrés postraumático moderado que le afecta al sueño, con «pesadillas y flashback recurrentes», por el que sigue en tratamiento y que, dos años después, la cercanía del juicio le ha provocado «ansiedad anticipatoria». Cuando acudió a Urgencias de Basurto con lesiones en la cabeza y el cuello, compatibles con una «presa estrangulatoria», le prescribieron corticoides ante una posible «complicación», conocida como sinedema de glótis, que puede desencadenar en un ahogamiento.

También ha testificado detrás de un biombo para no ser identificada la novia de Nelson David. La joven le conoció en agosto de 2021, cuando estaba estudiando el Bachillerato, poco antes de que se produjeran las muertes sospechosas, y según ha contado, la relación continúa hasta la fecha, cuando está ingresado de manera preventiva en la cárcel de Basauri. «Él siempre ha mantenido que sólo quería el dinero, que había robado, pero que no ha hecho daño a ninguna persona».

No obstante, la chica ha reconocido que cuando estalló el escándolo y supo de lo que se le acusaba a su novio, tampoco le preguntó demasiado. «Comprenda que era una situación difícil de hablar en una pareja», se ha justificado. Delante de ella no consumía drogas y supo que mantenía relaciones homosexuales también entonces. Convivió con él durante el verano, pero «tampoco sabía mucho de sus amistades».

La testigo, propuesta por la defensa, ha declarado que David, como ella le conoce, «nunca me ha levantado la voz ni la mano, ni a mi ni a nadie que yo haya estado delante». Si bien ha admitido que el 17 de diciembre de 2021 le llamó por teléfono y le contó «que había tenido una pelea. Le noté muy nervioso y no quise insisterle», ha dicho. Al día siguiente, cogió un autobús y fue a verla a Murcia. «Sacaba dinero con tarjeta pero no miraba el nombre del titular». De regreso a Euskadi, «comenzó a trabajar con mi madre en Irún» en una pollería.