Los fondos de pensiones aportan casi 8.000 millones a los titulares vascos en la crisis
Pese a las sombrías perspectivas futuras, los suscriptores individuales de EPSV bajan tres años después del inicio de la reforma de las pensiones
José Luis Galende
Lunes, 25 de julio 2016, 03:18
Las Entidades de Previsión Social Voluntaria (EPSV) han cumplido un importante papel de amortiguación de la crisis durante los últimos ocho años, según los balances ... anuales que realiza la Federación de EPSV de Euskadi, que agrupa a estas entidades de fondos de pensiones que se rigen por una normativa específica vasca. En los ocho años de referencia, los titulares de estos instrumentos de ahorro para la jubilación han retirado o cobrado prestaciones por valor de casi 7.700 millones de euros. En todo el periodo, se han superado los 800 millones de euros anuales, y en 2011 y en 2013 se superaron los 1.000 millones.
Publicidad
Al acabar el año pasado, las EPSV gestionaban un patrimonio de más de 22.500 millones de euros, una cifra que representa el 34% del PIB vasco y que casi cuadruplica la proporción de los fondos de pensiones en el resto de España, donde alcanza el 9,5% del PIB.
Durante la crisis, la marcha de las EPSV ha sufrido fuertes vaivenes en sus diferentes apartados, si bien ha mantenido una tendencia global al alza en su patrimonio, que en 2008 representaba el 24% del PIB. No obstante, ha habido también una constante en las prestaciones realizadas. Así mismo, se ha mantenido el crecimiento de las entidades de empleo, aquellas que están ligadas al puesto de trabajo, creadas por los convenios colectivos, mientras que las individuales han evolucionado peor.
Salvo una presencia testimonial de las EPSV de tres colectivos profesionales asociados, que suman cerca de 2.400 titulares, con un patrimonio de casi 34 millones de euros, el pastel de estos fondos de pensiones se reparte entre las dos grandes modalidades: las de empleo y las individuales. Al acabar el año pasado, ambas tenían patrimonios muy similares, con más de 11.000 millones en cada caso, con unas cuotas anuales de unos 375 millones de euros y con unas prestaciones en el ejercicio de 474 y 435 millones, respectivamente.
Publicidad
Las aportaciones anuales realizadas en el caso de las EPSV individuales, que los ciudadanos tienen contratadas con su entidad bancaria o de seguros, han caído en picado como consecuencia de la crisis, al pasar de casi 800 millones en 2008 a 375 millones del pasado ejercicio. Y ello pese a que en este periodo de tiempo una alargada sombra se ha cernido sobre el futuro del sistema público de pensiones, con la reforma que entró en vigor en 2013, que supondrá fuertes recortes a medio y largo plazo.
También ha caído de manera sustancial la cifra de cuentas abiertas, al pasar de 792.000 a 698.000. En este caso es difícil precisar el número de ciudadanos que tiene una EPSV de este tipo, porque muchas personas tienen abiertas dos o más, en función de sus preferencias, estrategias o compromisos con las entidades gestoras.
Publicidad
Progresión en las de empleo
Más fiable es la estimación para titulares de EPSV de empleo, que han sufrido menos las consecuencias de la crisis, aunque no ha pasado desapercibida para ellas. Ligadas al puesto de trabajo, la cifra total de cuentas viene a coincidir con la de titulares, y ha pasado de casi 392.000 en 2008 a 446.000 en el pasado ejercicio.
Existen tres grandes colectivos en este apartado. Por un lado están los asalariados guipuzcoanos del sector privado integrados en Geroa, que suman 250.000; por otro los trabajadores del sector público que forman parte de Itzarri y de Elkarkidetza, con más de 120.000 asociados, y, por último, los socios de las cooperativas de la corporación Mondragón, que en número de 41.000 se agrupan en Lagun Aro.
Publicidad
Pues bien, pese a que se trata de fondos de pensiones ligados al puesto de trabajo y a los salarios, también han caído las aportaciones desde el comienzo de la crisis. En concreto han pasado de 461 millones a 374 en 2015.
Lo que es más estable es la evolución en esta modalidad de las prestaciones realizadas, ya que en la mayoría de los casos se abonan a lo largo de toda la vida del trabajador, una vez retirado, mientras que en el caso de las individuales se producen fuertes oscilaciones porque los beneficiarios pueden percibir sus derechos de una o varias veces tras jubilarse, además de que existe la posibilidad de rescatar todo lo aportado a los diez años de abrir la cuenta.
Publicidad
Desde 2013
Otra perspectiva de análisis que puede resultar interesante es observar cómo han evolucionado las EPSV desde que en 2013 entró en vigor la reforma de las pensiones, que introdujo una serie de cambios, a aplicar de forma paulatina hasta 2027, y que van a suponer al final de esta etapa sustanciales recortes en la cuantía de la prestación en relación al último salario cobrado.
Pues bien, una perspectiva tan inquietante, en especial para los trabajadores de edad media y jóvenes, no ha influido de manera apreciable en la adopción de precauciones de cara a ese perturbador futuro. Así, en el caso de las EPSV individuales, el colectivo más susceptible de reaccionar ante esta perspectiva, el número de cuentas ha caído de 751.000 a 698.000 en los tres años de referencia, mientras que las aportaciones anuales han bajado de 573 millones a 375. Lo que sí ha crecido es el patrimonio, aunque de una forma muy moderada, ya que ha pasado de 10.000 millones a los ya citados 11.300 millones.
Noticia Patrocinada
En el caso de las entidades de empleo, ha continuado al alza el número de socios, pese a que la negociación colectiva que ha permitido crear en el pasado estos instrumentos está paralizada, en especial en Gipuzkoa. A final, en tres años han pasado de 419.000 a 446.000, sobre todo gracias a Geroa y Lagun Aro.
Las aportaciones anuales también han crecido de forma más o menos proporcional, y el patrimonio también lo ha hecho moderadamente, al subir de 10.300 millones a 11.600.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión