Garai toma medidas para preservar San Juan de Momoitio, mirador de la comarca

El entorno de la ermita de San Juan de Momoitio de Garai, donde se halló una necrópolis medieval entre 1982 y 1985 , precisa de una serie de actuaciones para conservar este «mirador excepcional de la gran mayoría de los montes del Duranguesado», señalan desde el Ayuntamiento de la anteiglesia. Es por ello que se ha propuesto en una primera fase analizar el estado en que se encuentran las distintas especies de árboles que se ubican en este bello paraje ligado a la creación de esta anteiglesia.

Desde el Consistorio informan que, «debido en parte del estado de compactación del terreno y a la edad, algunos ejemplares se están secando, otros tienen hongos que han debilitado sus troncos, mientras algunos otros corren el riesgo de quebrarse al ser una zona expuesta al fuerte viento». Tras analizar al detalle el estado en que se encuentra el entorno natural de la ermita de San Juan de Momoitio, se procederá a actuar de inmediato sobre aquellos árboles que requieran de una retirada urgente de ramas muertas para evitar el peligro de desprendimiento sobre cualquier persona en esta transitada zona.

Además de estas intervenciones, la segunda fase comprenderá también la instalación de anclajes para evitar posibles desplomes, así como la preservación del patrimonio arbóreo en este espacio natural. Una vez concluidas estas labores, se llevará a cabo un plan de gestión, que contemplará evaluaciones periódicas cada tres o cuatro años de los robles, encinas, laureles, hayas y fresnos que alberga este emblemático lugar de Garai. Todos ellos serrán identificados a través de una serie de carteles informativos.

Desde el Ayuntamiento de Garai insisten en lo que representa San Juan de Momoitio para la formación de la localidad. La fusión de esta cofradía con la del núcleo donde se ubica la iglesia de San Miguel Arcángel contribuyeron a la creación de esta anteiglesia, que según sostienen fuentes municipales adopta este nombre por la costumbre del vecindario a reunirse en el pórtico, «ante la iglesia».

El actual enclave de San Juan de Momoitio dista mucho del que existía allá por el siglo IX. Cabañas de forma circular o elíptica, contruidas a base de madera y recubiertas con barro, servían de morada a los vecinos de aquella época que se dedicaban al cuidado del ganado, vacuno en su mayoría, así como al cultivo de las tierras circundantes.

El hallazgo del conjunto funerario durante las excavaciones dirigidas por el arqueólogo Iñaki García Camino en la década de los 80 han permitido conocer que en el momento en que la iglesia perdió sus funciones religiosas, al ser absorbidas por otras más poderoras, se produjo el declive de Momoitio. Esto sucedió en el siglo XII.

La asociación cultural Gerediaga y el Ayuntamiento de Garai promovieron, en colaboración con la Diputación, la reconstrucción de las estelas en 2009. El escultor druangués Bernat Vidal realizó el trabajo artístico de recuperación del conjunto funerario, datado entre los siglos IX y X, y a través del cual podemos conocer los nombres de los primeros pobladores de este entorno. Aostarri, Hoitarri, Munnio, Sempronio o Anterazoni son algunos de ellos.