«La puesta en escena del próximo año será muy especial»

Los aplausos del público han sido la banda sonora de la Plaza de Santa Ana. La pareja de actores veteranos, Iñigo Pastor y Fermi Ordoñez, en los papeles principales de Jesús y María, respectivamente, ha despertado la admiración de los espectadores. Tampoco han defraudado en absoluto aquellos que interpretaban un personaje de peso por primera vez, como Markel Ganboa en la piel de Caifás, Aitor Erdoiza como Pilato y Fernando Atutxa como Judas. «La interpelación de los actores ha sido muy buena y así nos lo han hecho saber. La satisfacción del público nos da mucho ánimo, nos da el impulso para continuar», admitió ayer el presidente de la Asociación Juan de Iciar, XabierArana. El «formidable tiempo» que les ha acompañado durante los días de función ha sido un gran aliado para que todo saliera a pedir de boca.

La máxima asistencia se registró el primer día, el martes, al completarse el aforo limitado en las gradas, mientras que el Jueves y Viernes Santo se ocuparon las tres cuartas partes de los 340 asientos habilitados. «El viernes fue flojito, pero suele ser lo habitual. En total unos 600 espectadores han disfrutado de la escenificación», precisó. Además, entre las gradas han contado con la presencia de representantes del área de Cultura de la Diputación. «Nos aseguraron que habían quedado gratamente sorprendidos con la calidad de la actuación, así como con el volumen de gente que mueve en un lugar tan especial como es la plaza de Santa Ana», indicó el máximo responsable del grupo que promueve desde hace 24 años la representación.

También ha habido tiempo para anécdotas que engrosaran la historia de esta tradicional escenificación. Les costará olvidar la «tozudez del burro» que no quería entrar en escena con Jesús encima los dos primeros días para representar la entrada triunfal en Jerusalén. «Tuvimos que convencerlo con zanahorias y algo de pienso», recuerda entre risas Arana. Además, este año Pilato ha sido llevado por primera vez en un carro, diseñado por un miembro del grupo, en lugar de en una silla alzada para la comodidad de los integrantes de la función.

Mayor dinamismo

A pesar de haberse bajado el telón, los más de un centenar de actores que dan lo mejor de sí mismos para poner en escena este tesoro cultural ya están pensando en el 25 aniversario. Arana adelanta que ya barajan «algunas ideas», desde una Pasión «integrada solo por veteranos, por aquellos que tomaron parte en la primera edición» o incluso alguna «colaboración con el Orfeón Durangués».

Avanza también que tienen intención de «disminuir un cuarto de hora» la obra. «Creemos que con dos horas es más que suficiente y el público nos lo va a agradecer. Quitaremos los momentos muertos y así le daremos mayor dinamismo», indica el presidente. Esperan contar de nuevo con Txema Asategi para llevar la batuta y el peso de dirigir a un grupo ilusionado. Todos los detalles se decidirán a lo largo de los próximos meses, pero lo que sí tienen claro es que desean celebrar las bodas de plata por todo lo alto. «Será muy muy especial», vaticina el presidente. Por ello, anima a todos lo que quieran unirse a tomar parte en la obra y así pueda relucir como merece. «Nosotros haremos todo los que esté en nuestra mano para que así sea», asegura el presidente de la asociación Juan de Iciar.