«Me he caído más de tres veces en bici, corriendo me he torcido el tobillo... pero volvería a repetirlo»
Mikel Loizaga, un joven de Zorroza de 21 años, consigue el 45 puesto en el Campeonato Mundial de Triatlón Cross X-Terra, celebrado en Hawai. Un hito que esta promesa del deporte vasco ha completado en 3 horas, 29 minutos y 30 segundos
Hizkuntze Zarandona
Lunes, 24 de octubre 2016, 21:28
Mikel Loizaga no puede estar más contento. Con solo 21 años, este joven de Zorroza ha comprobado que los sueños, por muy grandes que sean, se pueden hacer realidad. Este domingo lo verificó en el Campeonato Mundial de Triatlón Cross X-Terra, el hermano menor del Ironman. Llegó exhausto a la meta de Hawai, pero con la satisfacción que da el trabajo bien hecho. Fue el 45 de los 594 participantes en la clasificación general. Aspiraba a hacer podio en su grupo de edad (20-24 años), pero el cuarto puesto que ha conseguido, le sabe a gloria: «Estoy muy contento. Ha costado mucho trabajo llegar hasta aquí y aunque se me haya escapado por unos segundos el tercer puesto, he disfrutado en todo momento».
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3.000 euros de viaje
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La inscripción le costó 500 euros y el viaje y la estancia, 2.500, que ha sufragado con el sueldo de socorrista de este verano y con la ayuda de algún patrocinio. «Estos dos últimos años he tenido la suerte de que marcas como Kynay y Catlike hayan confiado en mí y me hayan proporcionado material de primera calidad. El Bar Castilla de Zorroza también ha puesto su granito de arena. Quiero dar las gracias a toda mi familia y amigos que han estado animándome y dándome fuerzas durante todo este tiempo. También al equipo en el que empecé en esta aventura de locos (Zorrotzako Gazteen Triatloi Kluba), y al que perteneceré durante la temporada que viene (ANb Triathlon Team)»
Llegó a la isla de Mauii el día 17 para aclimatarse. El calor, la humedad y el jetlag -en Hawaii son 12 horas menos que en España- son, por si no tuviese bastante, los otros elementos contra los que ha tenido que competir. Seis días de adaptación y, por fin, llegó el gran día. Mikel afrontó con tranquilidad los momentos previos... hasta que se lanzó al agua para calentar: «Ahí me entraron los nervios hasta que dieron la salida». Tocaba concentrarse. Por delante le esperaba un kilómetro y medio a nado, 32 kilómetros en mountain bike y correr 10,5 kilómetros de trail. A pesar de la «gran dureza» de la prueba, la completó en un tiempo de 3 horas, 29 minutos y 30 segundos. Un hito al alcance de muy pocos. Un dato de muestra. En total solo nueve españoles se habían clasificado para la prueba, contando a los 'pros' Roger Serrano y Rubén Ruzafa. Mikel era el único vasco.
Agua fría, oleaje, mucho barro en el circuito de bici, humedad del 100%... ¿qué más se puede pedir? «La natación fue una prueba de supervivencia. Las olas eran enormes y no había manera de nadar continuo», cuenta sin perder la sonrisa. Pero si creía que ya nada podría ir a peor, llegó el segmento en bici. «Fue lo más duro. Fui a ver el circuito un día que estaba seco y me pareció fácil. Pero... dos días antes a la carrera estuvo lloviendo bastante y el barro lo complicó muchísimo. Además, según fue avanzando la carrera, el calor y la humedad fue creciendo. Hubo momentos que era imposible estar más de cinco minutos sin beber agua». ¿Y has sufrido algún contratiempo? «¡De todo! He tragado muchísima agua nadando, en bici me he caído más de tres veces y corriendo me he torcido el tobillo a 5 km de terminar». La retirada, con tantos contratiempos, se nos pasaría a más de uno por la cabeza. Pero a Mikel, no. No era una opción: «¡Eso nunca! Y menos en una isla tan bonita».
A pesar de este esfuerzo sobrehumano, el joven bilbaíno asegura que «se disfruta». Y cruzar la meta del verde infierno hawaiano es impagable. «No sabría como describir cómo es la sensación de llegar a meta. El simple hecho de terminar un mundial y además en esas condiciones te llena de alegría y emoción. Volvería a repetirlo aunque me caiga más veces», confiesa sin miramientos. Ahí le esperaba su aita. Su fiel escudero, que le acompaña en cada aventura. «Estuvo conmigo cuando el pasado 21 de mayo conseguí en Portugal la clasificaión para el mundial y... ¡no podía faltar!».
A pesar de su juventud, Mikel tiene las ideas muy claras. Se define como una persona incorformista y perfeccionista: «Tengo que conseguir todo lo que me propongo por muy duro que sea el camino». Una tenacidad y madurez que le llevarán lejos. Y es que de niño quién le iba a decir que iría desde Zorroza al X-terra de Hawai. «Cumplir cualquier sueño es posible. Con constancia y sacrificio todo llega. Antes o después, eso da igual. Lo importante es disfrutar en todo momento y ser feliz con lo que haces».
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