Multitudinario y emotivo último adiós a Dani Rivas y Bernat Martínez

El circuito de Laguna Seca fue testigo el pasado 20 de julio de una tragedia. Los semáforos se apagaron, 28 pilotos tomaron la salida, y un kilómetro después, seis máquinas de 200 kilos volaron sobre la escapatoria de la primera curva y los cuerpos de sus jinetes aterrizaron inertes bajo ellas. Todo ocurrió durante la disputa de la segunda carrera de la categoría Superbike/Superstock 1000 del campeonato MotoAmerica. Los pilotos Bernat Martínez (Alberic, Valencia, 35 años) y Rivas (Moaña, Pontevedra, 27 años) estaban involucrados. Durante horas se intentó reanimarlos, pero los dos fallecieron.

Familiares, amigos, compañeros de profesión y representantes del mundo político han dado este sábado el último adiós a los pilotos en dos multitudinarias y emotivas ceremonias celebrada en el pabellón de Reibón, en la localidad pontevedresa de Moaña, de donde era natural Dani Rivas, y en el circuito Ricardo Tormo de Cheste (Valencia), de donde era Bernat Martínez.

Dani Rivas

En Pontevedra, en el exterior del polideportivo se han concentrado centenares de vecinos que no han podido entrar, al completarse el aforo antes de que comenzara la ceremonia. Tras los actos litúrgicos, el padre del piloto fallecido, José Luis "Willy" Rivas, se dirigió al público para decirles que "mi hijo se ha ido, nos ha dejado, pero estamos ante el nacimiento de una leyenda".

Acto seguido, con la voz entrecortada, el progenitor afirmó que su hijo tiene "la mejor madre del mundo", arrancando los aplausos de los asistentes, entre ellos el piloto americano Szymon Dziadzia, quien había conocido al piloto moañés en EEUU y viajó para acompañar a su "amigo" en su último día.

"Willy" se enfundó entonces en un cariñoso y emotivo abrazo con su ex mujer e hija, justo antes de que hicieran rugir la moto en la que Dani Rivas había perdido su vida en el circuito estadounidense de Laguna Seca.

Fueron su padre y los pilotos Aleix Espargaró y Julián Simón los encargados de darle gas, hasta en tres ocasiones, a la BMW con la que el piloto fallecido compitió por última vez, que posaba al lado del féretro, sobre el que apoyaban dos cascos suyos, así como una bandera gallega, otra española y varios trofeos.

Posteriormente, el cuerpo fue trasladado al cementerio de Moaña, escoltado por unos 1.500 motoristas, muchos de ellos amigos, y en buena parte llegados desde diferentes puntos de España para despedir a Dani Rivas, ya un mito.

Bernat Martínez

El circuito Ricardo Tormo ha sido el escenario de un emotivo homenaje al malogrado piloto Bernat Martínez que concluyó con una vuelta al trazado valenciano del coche que transportaba el féretro escoltado por medio millar de motoristas.

La Dirección General del Circuito realizó diversos actos de homenaje, que comenzaron con la concentración frente a la torre de control presidida por la imagen de Bernat Martínez y el lema "PerSempreBernat76," donde, no faltarán miembros del MotoClub Alberic y demás aficionados alberiquenses que se sumaron al homenaje.

Tras la firma en el libro de condolencias de pilotos y autoridades, y, tras guardar un minuto de silencio, comenzaron los parlamentos por parte del vicepresidente de la Real Federación Española de Motociclismo, Alfredo Teré de la Rosa, de Héctor Faubel en representación de los pilotos, del conseller de deportes de la Generalitat, Vicent Marzá y Álex Martínez, hermano del piloto fallecido.

El momento más emotivo fue la vuelta que el coche fúnebre dio a la pista, acompañado por algo más de 500 aficionados con sus motos. La comitiva regresó posteriormente a Alberic, donde a las 11 horas está previsto que se celebre la misa funeral en la parroquia del Espíritu Santo y posteriormente el sepelio.