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El baño instalado en Atxuri que no se puede usar. Mireya López

La complicada tarea de ir al baño de las autobuseras de Bilbao

Las chóferes tienen que recurrir a los servicios públicos, no siempre en condiciones, para orinar durante sus turnos

Jueves, 14 de mayo 2020, 08:27

Las chóferes de autobús lo están pasando muy mal durante el estado de alarma a la hora de ir al baño. Tanto las profesionales de Bizkaibus que trabajan en la capital vizcaína como las de Bilbobus llevan años soportando incomodidades a la hora de aliviar sus necesidades. Mientras que cualquier otro trabajador suele tener el baño cerca, ellas pasan verdaderos apuros para acceder a un retrete. Las trabajadoras del servicio municipal de la capital vizcaína son minoría, pero una cada vez más numerosa: superan las 60 en una plantilla de unas 500 personas. Pero mientras que los hombres lo tienen más fácil, para ellas siempre ha resultado más complicado aliviarse. La situación se ha agravado durante la cuarentena, ya que no hay locales abiertos a los que acudir. Los supermercados, aseguran, han comenzado a colgar carteles para advertir que solo puede usarlos la clientela. Ahora han comenzado a abrir otros negocios, pero en las terrazas, ocurre lo mismo: es difícil sentarse en una y entrar en el servicio. No hay tiempo.

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Se da la circunstancia de que el Ayuntamiento comenzó a instalar cuatro baños de uso exclusivo para trabajadores de Bilbobus para dar respuesta a sus quejas. Antes del estado de alarma, ya habían terminado tres de ellos en Atxuri, Iturriaga y La Peña. Pero el primero no se puede usar, ya que la puerta se sitúa en una zona de carga y descarga. Los otros dos están operativos, aunque los empleados no disponen de tarjetas. Todo, tanto los remates como la fabricación de los dispositivos que permiten la apertura de los baños y que se iban a repartir entre las trabajadoras, quedó paralizado por el decreto de alarma. Así que cada vez que quieren utilizarlos, deben llamar al supervisor, que acude a abrírselos. «No es plan. Qué hacemos, ¿les avisamos antes de que nos entren las ganas?», explican. ·«En las ocho horas que estamos conduciendo, pues como mínimo tienes que ir al baño dos veces». La empresa también les da la opción de acudir a la base de Elorrieta y mandar un bus de sustitución a cubrir la ruta, una alternativa que consideran poco operativa. «Tardamos media hora en llegar a Elorrieta. ¿En serio que tenemos que movilizar otro autobús para ir al baño?».

La alternativa es acudir a los baños públicos del Ayuntamiento. Lo que se prometió al comité de empresa fue que se iban a abrir todos los baños públicos, incrementándose la limpieza de los mismos. Abren a las 7 de la mañana y piden que se abran a las 6 para que los usen las compañeras que entran muy pronto. Ellas mismas han elaborado un listado con aquellos más cercanos a las cabeceras por línea o que están cerca de las rutas de las líneas. En estos casos, se bajan y van al servicio y después prosiguen el recorrido. Se informan de su estado por los grupos de 'Whatsapp' que han formado entre las compañeras. El problema, dicen, es que muchas veces no están en condiciones.

Situaciones desagradables

Algunos, aseguran, siguen cerrados, mientras que en otros se han encontrado con situaciones bastante desagradables o desperfectos. «En algunos, como en el de la calle Cocherito, pues no cierra la puerta. El otro día había gente fuera y me dio miedo hasta entrar por si lo sabían», explicó una profesional. Por ejemplo, el de Begoña, explicaron, estaba este fin de semana lleno de suciedad. «Había caca, sangre, jeringuillas.... Y el otro día una compañera se encontró dentro a una pareja que se estaba pinchando en otro de los servicios», explicó otra conductora. Aun así, no les queda más remedio que usarlos. «Pero solemos ir cargadas con el bolso, las llaves del autobús y si nos tenemos que cambiar de tampax o de compresa, por ejemplo, no tenemos dónde apoyarnos, dónde dejar las cosas sin ponernos perdidas. Es una situación preocupante y más ahora mismo, cuando hay que extremar la higiene, en plena pandemia». El Ayuntamiento ha solicitado información de las incidencias para solucionar los problemas. También la empresa gestora de Bilbobus ha asegurado, a través de un portavoz, que «tomamos nota y se tratará de mejorar».

Las chóferes llevan años peleando por tener unos baños propios. Antes del estado de alarma, las empleadas, que llegaron a concentrarse en las puertas del Ayuntamiento para exigir servicios, se veían obligadas a recurrir a los baños de la estación de Abando o a «orinar al aire libre» en zonas disimuladas o «entre dos coches». Por el día podían ir a algún bar, teniendo que abonar una consumición. Pero cuando les tocaba el turno nocturno, el de los «gautxoris», y todos los locales habían bajado la persiana, debían acudir a los baños de la estación de Abando o hacer sus necesidades en la calle. «Tener que mear entre dos coches es una guarrada. Y a ciertas horas, en cualquier barrio, es peligroso, pero sobre todo, es indigno», relataron las conductoras. El colectivo organizó en su día una recogida de firmas para que dejasen a la plantilla utilizar los baños del personal del metro o de la estación de Abando.

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