Un centenar de embarcaciones surcan la ría desde Santurtzi a Bilbao en una multitudinaria marcha a favor de Palestina
La convocatoria marítima ha arrancado a las doce del mediodía para confluir en el Museo Marítimo con otra a pie proveniente del Ayuntamiento de la villa
Cuatro días después de la protesta durante la etapa de La Vuelta en Bizkaia contra el asedio de Israel a la Franja de Gaza –una movilización que obligó a suspender la llegada de los ciclistas a la Gran Vía ... y que se saldó con tres detenidos y cuatro ertzainas heridos–, el movimiento propalestino ha escenificado este sábado una demostración de fuerza en torno a la ría de Bilbao. Un centenar de embarcaciones han partido desde Santurtzi rumbo a la capital vizcaína, donde han sido recibidas por varios millares de personas que han denunciado la ofensiva militar de la Administración Netanyahu, responsable ya de más de 60.000 muertes –incluidas miles por hambre y falta de suministros básicos– y de un éxodo forzoso de la población civil.
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La protesta a favor de Palestina, en imágenes
En plena tormenta política tras los altercados del miércoles en Bilbao –con EH Bildu presentándolos como un «faro de esperanza», el PNV denunciando la «frivolidad» de la coalición soberanista e Isabel Díaz Ayuso relacionando a los manifestantes con ETA–, el movimiento propalestino se afianza como una de las fuerzas sociales con mayor capacidad de movilización en Euskadi en estos momentos. La irrupción del drama de la Franja de Gaza en la agenda pública, ya con eco internacional tras los incidentes de La Vuelta, ha introducido un elemento adicional de tensión en el tablero político vasco, con la izquierda abertzale tratando de capitalizar la protesta y reclamando al Gobierno vasco –forzado a hacer equilibrios– una respuesta más firme.
El líder de EH Bildu en el Parlamento vasco, Pello Otxandiano, elevó el tono el viernes al reivindicar que la sociedad vasca debe sentirse «orgullosa» de unas protestas que, según dijo, «han ofrecido un motivo de esperanza al mundo». «Estas movilizaciones son necesarias cuando todo lo demás ha fallado», enfatizó, para acto seguido cuestionar la posición del lehendakari, Imanol Pradales: «¿Qué propone para denunciar el genocidio? ¿Una declaración institucional? Se han aprobado mil y no han servido para nada».La ofensiva discursiva de la coalición abertzale busca situar a Lehendakaritza en una encrucijada: persistir en su llamamiento a la moderación o atender a unas movilizaciones que exigen mayor claridad política, aunque sea únicamente en el plano simbólico, dado el escaso margen competencial.
La manifestación náutica de esta mañana buscaba, de hecho, aumentar la presión internacional para que los gobiernos europeos rompan relaciones diplomáticas con Israel. El Ejecutivo autonómico, sin embargo, advierte de que una decisión unilateral sería arriesgada y que, sin un consenso comunitario, podría resultar incluso «contraproducente». Una convergencia que en el caso de la invasión de Rusia a Ucrania se alcanzó en tiempo récord y que ahora parece mucho más difícil dada la sensibilidad histórica de Alemania hacia el país hebreo o la cercanía política de gobiernos como el húngaro.
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Portavoces de Gazako Mugimendu Globala Euskal Herrian –el movimiento internacional en defensa de Gaza con presencia en Euskadi– rechazaron tras la marcha que el Gobierno vasco y Kutxabank mantengan acciones en CAF, una compañía a la que el lehendakari pidió una reflexión ética pero que sigue fabricando tranvías en Israel. Con un centenar de traineras, bateles y piraguas en la ría, los colectivos mostraron además su apoyo a la Global Sumud Flotilla, una iniciativa con barcos de más de 40 países que busca romper el bloqueo, llevar ayuda humanitaria y denunciar la situación de la franja. Entre sus integrantes figura la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, la activista Greta Thunberg o o la actriz Susan Sarandon.
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