Arranca una buena temporada de setas en Bizkaia

En el mundillo, los expertos ya hablan de que se están dando «golpes» sobre todo en la zona de robles. Una forma de expresar que ya hay manjares al alcance de la mano y solo hace falta dar con ellos. «Estos días se han visto cantharellus cibarius, boletus pinophilus, pardilla y amanita rubescens», resume Alfonso Requero, de la Sociedad Micológica Peña Santa Cruz de Galdakao. Esta última especie tiene un alto valor en la zona y abunda. No en vano, se la conoce como la seta 'galdacanesa', pero «todavía es una desconocida para mucha gente», apunta. Además, consumirla tiene su intríngulis, pues «hay que cocinarla a más de 65 grados para que pueda ser comestible».

Los seteros señalan que las condiciones meteorológicas de las últimas semanas han sido un buen caldo de cultivo para las especies del mundo fungi. «Ha llovido mucho y hemos tenido días soleados», apunta Requero. Una mezcla idónea para que broten setas. Pese a que «la tierra está calada» -lo que favorece los brotes- los enterados avisan de que jornadas con temperaturas demasiado altas ponen en riesgo este crecimiento. «Los días que hemos tenido 27 o 28 grados no son buenos para las setas y hongos, porque el suelo se seca; lo ideal es tener mañanas frescas y que salga el sol», apunta José Cañadas, presidente de la Sociedad Micológica y de Ciencias de Basauri. En su caso, todavía no ha tenido tanta suerte esta temporada con la recolección como sus conocidos, que «han recogido níscalos y boletus».

Lejos de desanimarse, Cañadas espera volver cargado en las próximas salidas, porque si se mantienen las previsiones «vendrá un año bueno», insiste. En la Sociedad Micológica de Barakaldo -que el próximo año cumplirá medio siglo de andadura-, Carlos Aranda también es optimista y confirma las perspectivas de su colega. Aranda explica que «todavía la temporada aguanta en las zonas de roble y en cuanto se ponga más frío se irá hacia las hayedos y pinares». Además de las especies ya citadas, el setero añade otras que se están viendo en los montes estos días, como varios tipos de russulas o rebozuelos.

Valentín Turrado, presidente de la Sociedad Micológica Zazpi de Leioa, ya está preparando la salida junto al centenar de socios de la asociación. En sus últimas incursiones a los montes se ha topado con «cinco variedades distintas de boletus» , pero sobre todo con «senderuela en los corros de brujas» (anillos que se forman en las praderas cuando brotan los hongos). Una estampa que estos días se puede admirar con mayor frecuencia, ya que «está plagado de ellos y son muy bonitos», afirma Turrado.

En la Sociedad de Leioa, al igual que en otras muchas de Bizkaia, se celebrarán durante las próximas semanas jornadas dedicadas a estos manjares del otoño.

Una de las actividades que se podrán disfrutar en Leioa el próximo 27 de octubre será la degustación de pintxos a base de setas y hongos. Los ingredientes principales los pondrán los socios, que recogerán ejemplares el día anterior en la salida al monte. Como en el municipio de la Margen Derecha, otros puntos del territorio acogerán sus certámenes micológicos, donde no faltarán excursiones, talleres y exposiciones para conocer mejor este reino tan particular.

Los seteros ofrecen algunas recomendaciones a la hora de tener mayor éxito en las incursiones, como buscar «campas sin segar, donde suele haber buenos brotes, pero cualquier zona con buena vegetación es buen lugar». Aunque el lector no encontrará en estas líneas ninguna ubicación concreta porque son los secretos mejor guardados de este gremio. Por eso, para los principiantes, el consejo más útil es «acercarse a los que saben y aprender de ellos».

Los expertos se ponen más firmes a la hora de hablar de las malas prácticas que se encuentran en las salidas. «Al monte hay que ir acompañado y preparado, porque puede pasar cualquier incidente», apunta Turrado. Si hay algo que molesta a los seteros sobremanera es «la gente que viene a recoger setas y arrasa con todo; se han visto casos de personas que van con rastrillo y arrancan lo que pillan», Cañadas. Su colega Requero añade que «se ven recolectas desmedidas y eso daña todo». «El respeto al medio ambiente tiene que primar a la hora de recoger ejemplares; hacerlo siempre con cestas, nada de bolsas de plástico y coger una cantidad prudente», subraya Aranda.

El reino fungi tiene que lidiar con este tipo de acciones que merman su población de setas y hongos. Pero no es la única amenaza a la que se enfrenta. En la Sociedad de Ciencias Aranzadi, los micólogos realizan sendas observaciones durante el año y aunque son prudentes a la hora de establecer resultados concluyentes sobre el efecto del cambio climático «porque harían falta más años», sí ven que «la producción y la diversidad está bajando y salen más tarde de lo habitual», indica Joxepo Pérez.