Empujón moral para el sprint final

Buen primer cuarto del Bilbao Basket pese a que los visitantes saltaron a la cancha un poco más entonados. Con un quinteto muy grande, por sus bajas en posiciones exteriores, el Fuenlabrada creó ciertas dificultades a la defensa bilbaína, pero en cuanto los locales aumentaron la intensidad defensiva fueron capaces de tomar el mando del juego. Además, vimos unos muy buenos minutos de Kulboka, anotando 12 puntos sin fallo, un parcial de 11-0 y una interesante aportación de Reyes desde el banquillo para cerrar unos buenos diez minutos que invitaban al optimismo.

En el segundo cuarto, los madrileños ajustaron su defensa y consiguieron igualar el partido anotando con buenos porcentajes cerca del aro, mientras el Bilbao Basket perdía acierto en el tiro exterior y era penalizado por las numerosas pérdidas de balón, seis en este segundo parcial. Kulboka se fue al descanso con 17 puntos anotados, sin haber errado un solo lanzamiento a canasta, actuación que es ejemplo de su calidad, esa que por desgracia no ha podido mostrar con regularidad durante sus dos temporadas en Bilbao.

Tras el paso por los vestuarios, emergió Alexander para dominar bajo los aros y dar la iniciativa del juego a su equipo. Esto compensó en parte el escaso acierto y protagonismo de Trimble, teórico jugador franquicia del Fuenlabrada, que ayer pareció estar ya de vacaciones una vez conseguido el objetivo de la salvación de su equipo. Pese al tremendo partido del pívot visitante, los de Mumbrú se agarraron a su buen trabajo en el rebote ofensivo para no dejar escapar a un Fuenlabrada que durante todo el partido sufrió por su muy mal porcentaje de acierto desde la línea de tiros libres.

El cuarto decisivo comenzó con un parcial de 7-0 de salida de los bilbaínos, que vieron cómo Jenkins tomaba la responsabilidad con 3 triples en esos diez últimos minutos, uno de ellos fundamental a falta de 28 segundos que dio a los locales una ventaja de cuatro puntos que sería definitiva.