«Todavía tengo contrato»

Su equipo ha caminado por el alambre demasiado tiempo, casi toda la campaña. Pero el final ha sido maravilloso. Por la victoria de ayer, y también porque de nuevo sintió cerca a la marea negra.

Se le notó muy emocionado cuando los jugadores y el cuerpo técnico salieron a saludar a los cien aficionados que les esperaban en los exteriores del Bilbao Arena tras certificarse el milagro. A continuación, ya en la sala de prensa, lanzó un discurso sin desperdicio: «Me gustaría agradecer a la directiva la paciencia que ha tenido con nosotros porque sabe lo difícil que ha sido este año, por confiar que el trabajo que estábamos haciendo era bueno y que muchas veces es complicado tomar decisiones en momentos límite», reflexionó. Y continuó con sus sentidas palabras tras el histórico triunfo: «En cuanto hemos ganado me he acordado de gente como Cortizas (nuestro compañero de EL CORREO fallecido el 27 de febrero por las secuelas del coronavirus) que empezó la temporada con nosotros y no estaba, y le dedicamos una parte de esta victoria a él. Me acuerdo de la gente que se quedó en el camino cuando nos fuimos a la LEB y tuvimos que ascender. Y este año ha sido muy parecido a aquel. Me acuerdo de mucho de Axel Hervelle, de Raúl López, de Sergio Sánchez... Y cómo no, ha habido una persona que me ha estado dando apoyo en los momentos difíciles, que es el 'alkate' Juan Mari Aburto. Ha estado pendiente porque entendía que el Bilbao Basket era una alegría para todo Bilbao y Bizkaia», retrató el técnico catalán.

Pero sus palabras de agradecimiento tenían más destinatarios. Por supuesto, la marea negra. «La hemos echado mucho de menos. El llegar y ver a gente aquí fuera animando, que nos ha hecho salir antes de empezar el partido... Jugaba más gente que los cinco que estaban en pista. Hemos sentido a los 10.000 en sus casas. Seguro que han pasado un año difícil. Seguro que ha habido mucha gente que ha pasado la Covid-19 y ha tenido que estar en los hospitales, y seguro que ha estado pendiente de nosotros. A ver si con esto podemos dar una alegría a todos. Gracias por la confianza», entonó con la voz entrecortada,

Su discurso siguió con su amor por este equipo. «Sabéis que el Bilbao Basket para mí es algo más que un equipo y un club. He pasado muchos años aquí y estar en una situación límite como la que hemos estado… después del partido con el Gran Canaria el 90 por ciento de la gente nos veía descendidos. El mérito se lo doy a los jugadores. Cuando hemos tenido problemas no han bajado los brazos y se merecen la recompensa de haber hecho algo que era muy difícil hace una semana», valoró.

Mumbrú aseguró que nunca lo vio perdido aunque los últimos partidos, tras el brote de coronavirus, fueron complicados. Pero la plantilla se creció. «Ellos creyeron, este año no nos merecíamos bajar. Ganar al Fuenlabrada nos dio el empujón anímico para afrontar lo que nos venía», remarcó.

Mientras tanto, Ondrej Balvin, la columna vertebral de este equipo, entró a la rueda de prensa sin camiseta, un héroe. Reía «Quiero dar las gracias a todos. No ha sido una temporada fácil. Hemos sido capaces de mantenernos por la ACB, algo que poca gente creía». Y no aclaró su futuro. «Mi contrato acaba el 30 de junio y después ya veremos. Solo quería pensar en salvarnos y en concentrarme».