"Había que recuperar el respeto"

El Laboral Kutxa tenía ayer una cita que no podía dejar escapar. Más que nada, una ocasión idónea para mirarse en el espejo y recuperar la confianza y la fe en su capacidad bajo el sabor de la victoria. Y también «el respeto de esta competición», como dijo el técnico baskonista, Ibon Navarro, que tras la dura derrota ante el Iberostar Tenerife aseguró que el equipo había «faltado el respeto» tanto a la afición como a club y aficionados azulgranas. Además, añadió que su equipo había vuelto a «mostrar alegría en el campo».

Especialmente lo hizo durante los primeros veinte minutos, en los que pareció relamerse las heridas aún dolorosas con una suculenta sesión anotadora. «Hemos hecho una primera mitad francamente buena, jugando bien, imponiendo el ritmo que queríamos y atacando con criterio a una defensa cerrada», señaló. Incluso durante los primeros compases de la segunda mitad, el conjunto vitoriano mantuvo el nivel. «Han sido 28 minutos con momentos brillantes en ataque, moviendo bien el balón y con mucho acierto en los triples».

Claro está que después llegó el fundido a negro que a punto estuvo de costarle el partido a los azulgranas. «Ha habido un momento de desconcierto, especialmente de los exteriores en el tercer cuarto. Hemos perdido el control y hemos tomado decisiones egoístas», recordó. A su vez, lamentó que los suyos dejaran de imprimir velocidad a la transición a campo abierto. «Dejamos de correr y eso les dio vida, mientras que ellos tomaron buenas decisiones individuales».

«Responsabilidad»

Los sevillanos llegaron a situarse a solo dos puntos y en ese momento «dimos un paso adelante. Los jugadores importantes tomaron la responsabilidad». En especial, Causeur y San Emeterio, dos piezas clave, más tras la lesión de Bertans, que aportan la solidez, experiencia y cordura que se hace necesaria en cualquier plantel que se precie. «Dependemos mucho de ellos. Cuando en el tercer cuarto no han estado, el equipo ha ido hacia abajo, pero en el último han conseguido recuperar la tranquilidad y se han echado el equipo a la espalda». Incluso recordó los «38 minutos» que jugó el escolta galo.

En definitiva, de nuevo se volvieron a atisbar dos caras muy distintas en la actuación baskonista. Tal fue así que Navarro valoró que «jugando como en los primeros veinte minutos podemos ganar a cualquiera, pero jugando como en la segunda mitad podemos perder con cualquiera».

«Sin reproches a la actitud»

El técnico vitoriano admitió que ha sido «una semana complicada»y realizó una matización sobre las críticas tras el duelo ante Unicaja. «Entiendo que haya reproches, pero no por falta de actitud porque eso es no comprender lo que pasa por la cabeza de una persona con tensión en medio de un partido». Por último, volvió a dejar de manifiesto que «quedan seis partidos, seis finales».