Reyes en Gasteiz

Llamada urgente a Óscar Puente para tapar los boquetes que se veían en las gradas. Salía de inicio Baldwin mientras Forrest daba la chapa a Howard, sin bombones, en el banco. Primera mirada cómplice de Kamar a Hall con los despropósitos campando a sus anchas. Blossomgame se hacía dueño del game con esa mano del cuatro que tanto añoramos. Los foráneos comenzaron a cantar con su entrenador aquello de Sasa, Sasa, queremos Sasa y a fe que conseguían bailarnos en un 'Vitto' y no 'Vitto'. Pablo daba bola como cuando jugaba pero sin encontrar un Arlauckas.

Menos mal que los del príncipe Alberto eran también reyes en las pérdidas, que si no las diferencias podían haber sido aún más de Raphael. Dominio interior aplastante de los del Principado y una diferencia de calidad en todos los puestos meridianamente clara. Okobo, el 'Papa' bendiciendo desde Roma y Alpha nos sacaban los colores con una 'gamma' infinita de recursos. Otro rebote más, el de Laso, y perdidos al receso.

Como peor era imposible, esperábamos mejorar algo el roto. 'Lasina' en vestuarios y llegada a la pista casi con el partido en marcha. Más balones al alcantarillado aunque al ser compartidos pudimos dar un bocado a su insultante diferencia. Minutos en los que es fácil aparecer porque hay sitio donde esconderse. Los visitantes relajados como una tila nos permitieron atacar ante defensas no formadas y ahí cualquiera recupera la forma. Moneke disfrutaba jugando a tumba abierta para hacer sacar la cabeza al Baskonia de la misma. Con triplazo a la griega y mucho libre, culminamos un segundo acto alegre que nos hizo olvidar penas.

Los ex del Mónaco, ahora de paseo por Dato, saldaban sus cuentas pendientes haciendo caja. Bajamos de los diez con Markus viviendo en un planeta paralelo que se asemejaba más a un agujero negro. Los del pequeño país, en cuanto vieron las orejas al lobo, se pusieron e hicieron grandes. James se divertía, cosa rara, en Gasteiz, y puntos para la galería cuando no valen.

Los del Principado fueron anoche reyes en Gasteiz, tras una primera parte de ensueño y ridículo, respectivamente. Sestearon en el tercero para despertar cuando hizo falta. Reacción a la carrera de la mano de Moneke y nueva decepción ofensiva del que más las mete. Faltan pases, sobran botes y balones con cuidados.