Las lluvias de la última semana aumentan tres puntos la reserva de agua embalsada. Supongo que también habrán subido unos cuantos puntos los del cabreo ... del personal por no haber podido pisar una terraza o hacer planes al aire libre. Otro aire debía mostrar el Baskonia para no tener que soportar un chaparrón en Alemania.
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A llorar a la caseta
Se presentaba una de esas tardes colegiales en las que apetecía hacer pira porque la asignatura vespertina era una maría. La grada bajo mínimos quizás porque su equipo les deja congelados y nunca apetece chupar frío. Calentito comenzó Moneke para hacer que el Baskonia lograse una renta muy rica. Los berlineses no daban sensación de mejoría ni tras haber puesto a su entrenador de patitas en la Calle. Sin embargo, con los cambios en su quinteto inicial y la puntería, nos vinieron a decir que donde las dan las Thomas. Procida y McDowell con sendos triples hacían saltar las alarmas en nuestro banquillo para frenar su ocupación. Las pérdidas hablando euskera y el juego ofensivo en chino. Lo peor, que los alemanes empezaban a creérselo. Yanni Pablo sabía si llamar al CECOPI para frenar su crecida. Pero entre nuestro Agapitos, Hall y las cosas del puertorriqueño volvimos a tomar el mando jugando al pito, pito, gorgorito. Por las pedradas y un balance defensivo de risa, nos fuimos a llorar a la caseta.
Escaldados
Se levantó la persiana del segundo acto con canasta de Hermansson y una defensa zonal local lógica si analizaron en el descanso nuestros porcentajes de tiro. Menos mal que fuimos capaces de aprovechar el mundo interior como Diop manda para evitar su alejamiento. Sin embargo entre los derroches, una presión que no les impresionaba y un triple de Martin continuaban martilleando el aro vitoriano. Gracias a los tiros sin nadie al lado junto a su mal cuidado del balón volvimos a darles el Timo. De nuevo 'suMatt' les hacía multiplicarse, con su tino, a la par que en el Baskonia había unos cuantos que restaban. Rogkavopoulos, una vez más, demostraba que siempre juega menos de lo que aporta a pesar de ser muy a menudo el soporte. Idas y venidas de los unos y otros regalando bolas en un partido por momentos intragable. Su número 11 hacía mejores a los de Alemania, gracias a su manita, mientras nos meaban en la cara. Entre derroches, rebotes y un falso maquillaje final nos fuimos escaldados.
Final
Patético el Baskonia en Berlín, ante un Alba que durante todo el partido encontró la luz de Thomas, Hermansson y Wetzell para apagar a un equipo vitoriano muy oscuro. La derrota aleja a nuestro equipo de un play in más soñado que real. Lo de ayer no es de recibo y no se arregla ni en el banco.
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