Granger espera que el Baskonia sea «capaz de competir y no desconectarse»

Antes de ponerse manos a la obra sobre la cancha, el charrúa apela a sus compañeros a «mirarse cada uno hacia dentro y decir en qué podemos hacer para ayudar al equipo». «Es primordial que todos seamos conscientes de la situación en la que estamos para darle la vuelta». Granger lleva la batuta en la pista y en el vestuario y carga con la responsabilidad de «lavar la imagen». «Hay que pelear hasta el final. Por nuestro orgullo y el de la afición. Sacar esa casta y actitud porque esto hay que sacarlo adelante como sea».

Por delante, el base vislumbra dos oportunidades de «dar la vuelta a la imagen» del Baskonia en las dolorosas derrotas en Kazán, San Petersburgo y ante el Real Madrid. «Tenemos que encarar los partidos contra el Maccabi y Unicaja como si fueran finales». Primero llegarán los hebreos, «un equipo muy ofensivo, con un grandísimo entrenador y que están haciendo una grandísima temporada».

«Pero estamos en el Buesa, con nuestra gente», sostiene Granger, que pide al público vitoriano que confíe en el equipo. «Nosotros haremos todo lo que esté en nuestras manos para mejorar, para que esta afición se lleve alegrías y vengan a vernos disfrutar».