Baskonia 100-99 Lleida

Markus Howard aplaca el miedo del Baskonia con una exhibición anotadora

La agónica victoria no tuvo esta vez buen sabor. No pudo salir contento el Baskonia del Buesa Arena después de prestarse a ser demolido por un Hiopos Lleida aseado, competitivo y con un mayor deseo de victoria. Primero con un inicio desganado y sin energía y por último con un exceso de relajación final con el que casi tira por la borda una remontada encomiable. De un 26-40 (min.15) al 82-70 con el que acabó el tercer cuarto.

La nave azulgrana permanece a flote gracias a la aparición estelar de su mejor anotador, enrabietado con los colegiados por la cantidad de golpes que recibe y quedan sin señalar. El Buesa se contagió de su exasperación, logrando así revertir los cánticos del centenar de seguidores ilerdenses desplazados a Vitoria. Solo Kylo, el hijo del astro estadounidense, con los oídos bien protegidos, se quedó sin percibir la atronadora pitada a los árbitros al señalarle una falta técnica en el ecuador del segundo cuarto. Ahí empezó a cambiar un partido enmarañado con un total de 68 tiros libres.

El equipo alavés saltó a la pista en modo ACB, escaso de intensidad, fuerzas y muy justo de un espíritu que llevaba encajadas cuatro derrotas en seis jornadas en el frente doméstico. Encomendado a que aparezcan genialidades puntuales como las de Howard y Forrest. 13 puntos de cada uno en el segundo cuarto mantuvieron con vida a los azulgranas al llegar al descanso (47-48). El tercer cuarto arrancó con un tiro libre a favor del Lleida por una técnica pitada a Moneke de camino a vestuarios y dos triples de Hasbrouck y Muric que amagaron con volver a abrir brecha en el marcador.

Fue la pólvora de Howard la que cambió el signo del encuentro. El escolta se echó el equipo a la espalda y con su inspiración lideró un parcial de 23-4 en el que el Baskonia también creció a nivel defensivo y provocó un sinfín de pérdidas de los catalanes.Ganaba 86-73 (minuto 34) cuando Muric le arregló las gafas a Moneke y todo parecía visto para sentencia, pero la defensa zonal del Lleida, las ganas azulgranas de jugar con fuego y la batería triplista del propio jugador esloveno (7) provocaron un final agónico.

Con 100-97, un Bozic acorralado en la esquina le sacó una falta personal de tres tiros a Forrest, con los que el Buesa contuvo la respiración. Llevaba ocho de ocho desde la personal, pero falló el primero. Anotó los otros dos y aún quedó tiempo para el sufrimiento cuando Moneke fue a la línea del tiro libre a sentenciar el choque, falló el primero y, volvió a estrellar contra el aro el segundo como ya hiciera el año pasado ante el Estrella Roja para finiquitar a su manera el partido. Se abrió entonces el cielo azulgrana a los pies de Howard después del nubarrón que se cernía sobre Zurbano.

El Baskonia sigue en plena lucha por escalar posiciones en la tabla de la ACB, aún fuera de las plazas que dan acceso a la Copa del Rey. El próximo domingo se enfrentará al Zaragoza en tierras mañas después de una doble jornada de Euroliga en casa ante Anadolu Efes y Mónaco.