«Es tan reconfortante ver debutar a un canterano como ganar un título»

– Tercera jugadora rojiblanca con más partidos disputados, no estuvo en el encuentro de las leyendas en San Mamés.

– Me llamaron pero no pude estar, lo vi por la tele. Me dio muchísima pena no poder ir porque estuvo súper chulo.

– El primer equipo dio antes un recital contra el Atlético.

– Sí, fue un partidazo. Cuando hablas de qué Athletic quieres ver, fue lo que vimos. Estamos en un momento de disfrutar con ellos.

– ¿Este año les ve con mimbres para conseguir algo bonito?

– Sí, y me alegro mucho porque al principio de temporada se veía en el ambiente como dudas, y yo tengo confianza ciega en Valverde, y también en la plantilla. El nivel que están dando los canteranos es de mucho mérito.

– Ahora que está metida de lleno en las categorías inferiores con el Basconia, ¿ha comprobado que Lezama está más fuerte que nunca?

– Estamos en un momento muy dulce. El Bilbao Athletic está haciendo también una temporada casi perfecta y en el Basconia el equipo está compitiendo muy bien. Tenemos muchos juveniles y han progresado muchísimo. Estamos muy contentos porque vemos que tiene todavía mucho margen de mejora. Ver el otro día a Jauregizar debutar en Primera en San Mamés cuando la temporada pasada, en mayo, era jugador del Basconia, es una motivación extra para ellos.

– También lo será llevar dos meses sin conocer la derrota.

– Claro. Sabemos que somos un equipo entre formación y rendimiento. Este año es el primero que se entrena por las mañanas (desde las 08.30 hasta las 14.00 horas), y los jugadores tienen dinámica de equipo profesional. Poniendo el foco en esa mejora individual estamos demostrando que se puede formar y ganar a la vez.

– Tras ser la primera mujer al frente del primer equipo femenino, ahora lo es también en un staff técnico masculino. Sigue haciendo historia en el Athletic.

– Lo que me gusta es que me llene un proyecto, lo necesito, y cuando me dicen esto de primera mujer... Yo no lo he hecho para eso. Ya sé que es noticia pero si no hubiera sido Iraia hubiese sido otra. Es importante para que las mujeres se empoderen, y dentro del fútbol para que se normalice. Para mí esto es seguir creciendo y aprendiendo.

– ¿Cuál es su labor como segunda entrenadora?

– En categorías inferiores los roles están más divididos y en cada tarea están asignados. Todos los técnicos tenemos seis jugadores que tutorizamos. Yo estoy con los defensas y me siento cada quince días con ellos para ver vídeos individuales, y con todos para trabajar objetivos por línea.

– Sufrirá ahora mucho menos que antes, ¿no?

– Por supuesto, pero por mi forma de ser, aunque disfruto mucho, sufro también ahora porque vivo lo que hago. Pero es verdad que el foco que tienes como primer entrador es más estresante.

– O sea que no echa mucho de menos ser la cara visible de un proyecto.

–No soy una persona que necesite estar en primer plano. Ahora estoy ayudando a chavales para que el día de mañana puedan estar preparados para jugar en San Mamés. A mí me parece tan reconfortante ver a un canterano debutar en Primera cuando tú has sido parte de ese proceso que ganar un título. Sabemos que el éxito del Athletic es el trabajo que podamos hacer en la cantera.

– ¿Nota alguna diferencia al entrenar un equipo masculino y femenino?

– Más que por tema de género, cada uno tiene un contexto diferente. Al igual que no es lo mismo entrenar el primer equipo femenino del Athletic que del Barça. Cada vestuario tiene unas características distintas.

– Centrándonos en el fútbol femenino, ¿cómo ha vivido toda la polémica por el 'caso Rubiales'?

– No sabría muy bien definirlo. Me generó bastante tristeza. Creo que el fútbol femenino español está en un momento impresionante. Tenemos las mejores jugadoras del mundo y creo que en un momento en el que ganas el Mundial, que todo se ensombrezca por unos comportamientos inadecuados hizo que no pudieran disfrutar de lo que habían logrado. Además, a nivel mundial, yo ahora que he estado en FIFA un par de días, la imagen que dio España, como federación, fue lamentable.

– Más allá de la polémica, el Mundial ha ayudado a meter el fútbol femenino dentro de las casas.

– El Mundial en general tuvo muchísimo nivel futbolístico y España hizo un campeonato espectacular. A mí mucha gente que no está acostumbrada a ver fútbol femenino me dijo después que vaya cómo ha progresado, que qué ritmo y vaya espectáculo. La verdad es que fue un escaparate perfecto. Ya veíamos en la Liga que el nivel estaba subiendo muy rápido y al final se ha reflejado con este título.

– ¿En Lezama se ha notado también ese tirón?

– Está viniendo más gente y cuando viene el Barça, que tiene a la mayoría de las campeonas del mundo, tanto aquí como en otros campos se están llenando. Se ve que el fútbol femenino tiene tirón y hay que aprovecharlo, y eso se hará si tanto la Liga, como la federación y los clubes van de la mano. Aquí no tenemos nada que envidiar a la competición inglesa en cuanto a jugadoras, pero ellas están sabiendo vender mejor el producto.

– Sorprendió su marcha hace unos meses del primer equipo femenino para sumarse a la cantera y en unas funciones sin mucha trascendencia pública.

– Lo del Basconia salió después. Yo primero comunico al club que voy a dar un paso al lado. Luego me lanzan esta propuesta y la verdad es que una de las mejores etapas que he vivido en el Athletic fue mi paso por el banquillo del filial. A mí me gusta mucho en un club como el nuestro acompañar a los jugadores para que estén preparados cuanto antes para dar el salto, me motivaba, y sumar una experiencia nueva, al estar en un equipo masculino, también.

– Si esta oferta le vino después, ¿qué tenía pensado hacer tras abandonar la élite femenina?

– Cuando estás arriba el siguiente paso lo ves ya fuera. Me daba pena salir del club, pero con algunas futbolistas llevaba ya desde el infantil y es bueno que tengan diferentes estímulos. Me habían llegado varias ofertas del extranjero, económicamente potentes, y cuando me siento con el Athletic y me ofrecen esto me motivó más quedarme en casa por el proyecto que el dinero.

– El primer equipo sufrió en los últimos cursos. ¿Notó que no iba a poder sacar más del grupo?

– Nos ha tocado hacer un cambio general impresionante, hemos subido a 16 jugadoras de categorías inferiores en cuatro años. Una barbaridad. Es muy estimulante pero también muy exigente porque tienes que rendir al máximo nivel contra jugadoras que son campeonas del mundo u olímpicas, con chavalas de 17 años. Nos estaba costando sacar resultados, eso influía en la confianza y se notaba en el juego. Dudé cuando tomé la decisión, pero pensé que era mejor que viniera alguien nuevo. Ahora David Aznar continúa el proceso, con más veteranía y seis fichajes. A corto-medio plazo se verán los frutos.

– Tras ser capitana y primera entrenadora en la élite, ¿cómo lleva ahora ese nuevo rol de ayudante en un equipo filial?

– Me apetecía salir de mi zona de confort. Ahora intento aportar todo lo que puedo a Bittor Llopis, a los chavales y al club. Ahora mismo todos nos estamos entendiendo muy bien. El día a día del equipo este año es de élite, y eso me ha ayudado a adaptarme. El foco está puesto en la formación, pero la dinámica de trabajo es parecida a Primera División.