Un partido para asentarse entre los mejores

El Athletic se encontrará con un rival de características un tanto especiales. Para empezar, lleva sin competir desde el pasado día 10, cuando empató sin goles en el campo del Värnamo, tercer clasificado por la cola, en la última jornada de la Liga sueca. El Elfsborg acabó en un discreto séptimo puesto, a mitad de una tabla que conforman dieciséis equipos. Tres días antes de aquel último partido de su competición doméstica, había empatado a un gol en su campo con el Braga en la Europa League. Ese punto, y los tres sumados al ganar a la Roma, le sitúan en el puesto 24 de la clasificación, el último que evita la eliminación en la primera fase, con los mismos puntos que otros cuatro equipos, entre ellos la Real Sociedad y el Slavia de Praga.

La trayectoria de los suecos en competición europea les presenta como un equipo más alegre de viaje que en su propio estadio. Han perdido en sus dos desplazamientos, a los campos del AZ Alkmaar y el Galatasaray, por 3-2 y 4-3 respectivamente mientras que en su terreno ha ganado, 1-0, a la Roma y empatado, 1-1, con el Braga.

Estamos ante el choque entre un equipo en plena vorágine competitiva como el Athletic, que acaba de solventar nada menos que un derbi, y otro que ya ha terminado su curso y tiene que mantenerse en activo solo para encarar cuatro partidos en dos meses, una circunstancia habitual por otra parte para los equipos escandinavos en competiciones continentales.

Al Athletic le toca el protagonismo del choque por su condición de favorito y porque de cumplir el pronóstico y sumar los tres puntos, daría un paso decisivo para terminar esta fase en el grupo de los elegidos. En el peor de los casos, se aseguraría prácticamente una de las ocho primeras plazas del grupo de dieciséis que disputará la eliminatoria de ajuste contra alguno de los ocho últimos y jugando el segundo partido en casa.

Se da por descontado que Valverde echará mano de una plantilla disponible al cien por cien para efectuar una rotación importante en una semana con tres partidos. A diferencia de temporadas anteriores, en las que rotación era sinónimo de pérdida de competitividad, este año el Athletic está demostrando que es capaz de mantener el mismo nivel sean quienes sean los protagonistas.

A falta de saber si ya ha llegado el momento de la reaparición de Unai Simón, o si Agirrezabala seguirá siendo el portero en las competiciones al margen de la Liga, se puede adelantar sin riesgo a error que habrá movimiento en todas las líneas. Es más que probable que el nuevo internacional, Paredes, ausente el pasado domingo, vuelva al equipo, como también sería lo más lógico que el técnico conceda respiro a los dos laterales que jugaron contra la Real Sociedad. La quinta amarilla que vio Prados le inhabilita para jugar el próximo domingo en Vallecas, así que no es descartable que hoy vuelva a jugar de inicio, quizá junto a Jauregizar, que solo tuvo unos minutos contra la Real, para dar descanso a Galarreta.

Valverde también maneja diversas combinaciones en el frente de ataque, con Berenguer como candidato principal para refrescar una línea en la que Guruzeta podría volver a la titularidad. Quedaría por resolver la incógnita de Sancet, máximo goleador y destacado en el último choque, pero con un historial de contratiempos físicos este curso que aconseja una gestión cuidadosa de sus apariciones.