El 'elefante africano' se deja ver

Quince días después de que su fichaje se hiciera oficial, de que cambiara la camiseta del Barakaldo de Primera Federación por la del Athletic en la élite y Europa, Maroan Sannadi se vistió de titular en el RCDE Stadium. Había debutado contra el Girona en San Mamés, donde dejó buenos detalles, y Ernesto Valverde le puso este domingo en el once que empató en el campo del Espanyol. El Athletic hizo un partido flojo, carente de mordiente, de filo, incluso de fluidez en el centro del campo y las bandas, pero el vitoriano se dejó ver en varias acciones y en una de las pocas ocasiones claras de los bilbaínos. Fue objeto además de insultos racistas por parte de un sector de la grada, comportamiento denunciado por Iñaki Williams con la consiguiente aplicación del protocolo correspondiente, que no consiguieron silenciar las pisadas del 'elefante africano'. Jugó con fuerza y alma, hasta que dejó su sitio a Guruzeta en la recta final del encuentro (m.77).

Maroan fue de hecho la gran sorpresa de la alineación de Valverde, quien apostó por el delantero en detrimento del propio Guruzeta. El donostiarra atraviesa por una mala racha de juego y efectividad, sin marcar desde hace casi dos meses. La última vez que lo hizo fue el 21 de diciembre en El Sadar, cuando empató a uno –igualó el gol de Torró– y luego Sancet firmó el tanto del triunfo. Así que el alavés fue la apuesta de Txingurri en el feudo 'periquito', donde volvió a demostrar que se siente a gusto en la élite. No se le nota el salto de categoría, aunque lógicamente necesita un período de adaptación, coger el ritmo, sentir el peso de los defensas rivales y encajar del todo con sus compañeros de ataque. Aun así, estaba suelto, valiente, decidido y sin miedo de medirse a los centrales del conjunto catalán.

Tanto es así que un momento del partido fue llamado por Cuadra Fernández junto con Cabrera para que rebajaran la intensidad de sus duelos. Maroan atendió al colegiado con una sonrisa, asintió con la cabeza, dio una palmadita al uruguayo y siguió a lo suyo. Empezó fuerte, con ganas de estrenar su casillero goleador. A punto estuvo de conseguirlo en el minuto 23, cuando después de una jugada de Sancet le llegó el balón en el área y remató flojo, primero, pero luego se hizo con el rebote, recortó y sacó un potente disparo que Joan García despejó a córner. Daba la sensación de que la pelota iba fuera, pero el portero intervino para asegurar sus dominios. No dejó de pelear, de desmarcarse y de pedir el balón, generoso en el esfuerzo. El algunas acciones llevaba a un par de rivales colgados porque pararle en carrera es una tarea complicada.

Buenos números

Nada más arrancar la segunda parte, Maroan sacó una amarilla a De Zárate. Frenarle con faltas era la consigna. «Ya le había visto en Primera Federación. Es un jugador potente, que va a dar un plus al Athletic. Si todo le va normal será un futbolista al que será complicado defender en toda la historia que haga en Primera. Va a ser un delantero a tener en cuenta», dijo en la previa el técnico del Espanyol, Manolo González, quien pidió a sus hombres que no le dieran ni medio metro y que estuvieran muy pendientes de él, al igual que de Oihan Sancet.

Maroan dejó el terreno de juego en el minuto 77 –poco antes recibió una durísima falta de Kumbulla merecedora de una amarilla que se quedó en el bolsillo de Cuadra Fernández– con cuatro remates, uno de ellos a puerta, 35 toques de balón, 11 pases buenos de los 14 intentados (79%), dos regates, seis duelos ganados de 11 y tres faltas recibidas. Y, sobre todo, la sensación de que puede dar cosas al Athletic.

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