El baile de nombres del Athletic

Pero los años pasan para todos y aunque tengamos en nuestra mente los recuerdos de los inicios, de los primeros partidos de cada jugador, sus goles, celebraciones y todo lo tengamos presente como si esas acciones fuesen de ayer, la realidad es que hay que echar la cuenta atrás muchos años para poner fecha a esos momentos y por ello descubrir que el relevo generacional es el destino. Los jugadores del Athletic, da igual de qué generación o época sean, son personas de las que hablamos a diario, están presentes de alguna manera en nuestras vidas y el momento de la despedida se hace difícil. ¡Ellos que lo han dado todo por estos colores! Pero es que otros tienen que llegar y trabajar de la misma manera. Siempre ha sido y será así.

Estos días hemos conocido los fichajes de Adama Boiro, Aritz Conde y Xabi Gómez, este último de momento atado. Jugadores jóvenes que llegan para seguir formándose y ganarse un puesto, para intentar hacer historia y ¿por qué no? para ser un referente rojiblanco. Venir al Athletic es algo más que jugar al fútbol, exigimos un sentimiento especial hacia el escudo y hacia el club. Y por ello, debemos dar una oportunidad y que cada uno demuestre con sus actos lo que lleva en sus botas y lo que siente por este equipo. Tiempo al tiempo.

Las lágrimas y emoción de Unai Gómez y Mikel Jauregizar es algo, de momento, insuperable. Ese sentimiento vivido desde niño es lo más bonito que nos puede regalar un león en el momento de conseguir su sueño. Pero también están los que han llegado de fuera de Bizkaia y han finalizado su carrera en Bilbao con lágrimas y elogios hacia el club. Son tantos y tantos. Recibamos con ánimos a los que llegan y despidamos con aplausos y cariño a los que dejan el club de sus amores.