Cara a cara con su último verdugo

El Girona actual tiene poco que ver con el del año pasado, cuando conquistó voluntades y adhesiones con un fútbol atractivo, valiente y exitoso. Tanto que acabó metiéndose en la Champions, competición de la que ha quedado eliminado con siete derrotas en ocho partidos y una sola victoria. El equipo de Míchel se quedó sin varios futbolistas clave -Aleix García, Savinho, Yan Couto, Dovbyk...- y lo ha acusado, pero tras una mala racha ha estabilizado su pulso liguero. Llega a San Mamés séptimo, con 31 puntos, diez menos que el Athletic, de nuevo inmerso en la pelea por los puestos continentales. Solo ha ganado tres de sus últimos 13 compromisos entre todas las competiciones -todos en la Liga-, aunque viene de imponerse al Las Palmas y con las ilusiones renovadas.

El Athletic quiere dar continuidad a su buena racha -siete victorias y seis empates consecutivos- y asegurar el suelo que pisa, nada menos que una cuarta plaza perseguida por el Villarreal. Si los hombres de Txingurri suman ante el Girona igualarían su mejor racha de partidos sin perder en la Liga desde la temporada 1984-1985, cuando pararon el contador en 14. La siguiente serían los 15 del curso inmediatamente anterior (1983-1984), algo que se conseguiría en el caso de hacer también los deberes ante el Espanyol. Pero lo primero es el Girona, el obstáculo que debe salvar el equipo en su carrera hacia el territorio de las estrellas. Sacar los tres puntos siempre es un imperativo en San Mamés, donde los bilbaínos solo han perdido dos encuentros en lo que va de campaña (Atlético y Osasuna).

«Queremos seguir siendo fuertes en casa. Perdimos el partido de Copa y podemos perder con el Girona, pero si repetimos la cantidad de llegadas del encuentro ante el Leganés será difícil que se nos escapen los tres puntos», dijo ayer Valverde en su comparecencia previa al choque ante los gerundenses. En este sentido, Txingurri no se mostró preocupado por el hecho de haber encajado más goles de los habituales por algunos desajustes defensivos. «Si fueran patrones que se repiten lo estaría, pero cuando son situaciones puntuales... Esas cosas suceden en fútbol. Veo al equipo en una línea parecida a la del año pasado. Estamos combinando otras competiciones y eso nos cuesta. A ver si en estas semanas nos podemos ajustar».

El Girona, pese a la marcha de algunas de sus principales figuras, es un «equipo reconocible», a juicio de Valverde. El técnico del Athletic tiene claro que «será un partido incierto y de ritmo» porque «no es un rival que especule y a ambos nos gusta apretar». El conjunto catalán tuvo un arranque de competición irregular, pero poco a poco ha ido remontado el vuelo hasta meterse en la lucha por plazas europeas. Los rojiblancos han recibido a los catalanes cuatro veces en La Catedral y el balance les sonríe en forma de tres victorias y una derrota. El año pasado, los leones se impusieron por 3-2 en un choque divertido y con alternativas.

Para el encuentro de esta tarde Txinguirri tendrá las bajas de Nico Williams, Unai Nuñez, Iñigo Ruiz de Galarreta y Álvaro Djaló. Por su parte, Míchel no podrá contar con los lesionados Arnaut Danjuma y Bojan Miovski, y tampoco con el recién llegado Arthur Melo, cedido por la Juventus. El Athletic sabe que no puede fallar en un febrero ligero de compromisos si quiere defender con éxito la cuarta plaza y su candidatura a la Champions.