La montaña rusa del Alavés en 2024
El conjunto albiazul cierra el año con doce victorias y la sensación de haber perdido fuelle tras un año frenético entre una salvación brillante y un alarmante desplome que ahora quiere revertir
El Alavés cierra 2024 como lo empezó, con un empate. Y encara el nuevo año prácticamente desde las mismas coordenadas, con 17 puntos en el ... casillero. Y hasta aquí, dos de las pocas similitudes que dejan estos 365 días de pura competición. Un curso natural que el conjunto albiazul cierra con un balance de 12 victorias y 11 empates en los 38 compromisos disputados, lo que daría una suma virtual de 47 puntos. Salvación segura, al menos. Pero sobre todo, se trata de un año en el que el barco vitoriano parece haber navegado a dos velocidades y por dos rutas completamente diferentes. La vertiginosa marcha con la que disputó la segunda vuelta pasada para amarrar una meritoria décima posición nada tiene que ver con el intermedio de la actual aventura liguera, como si no le quedase ya gasolina en el depósito. Ahora bien, siempre ha conseguido evitar –encadena 56 jornadas desde el ascenso– las turbulentas aguas del descenso, el primer objetivo para conseguir la permanencia.
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Una 'pretemporada' para que Coudet construya su equipo
Pese a ello, las noticias que sintetizan este 2024 de contrastes son sin duda la holgada permanencia del pasado curso y la destitución de Luis García. Los resultados (una victoria en nueve jornadas) provocaron una tormenta que se cobró el puesto del entrenador madrileño. El comandante del ascenso a Primera cedió los mandos al Chacho Coudet. «Es una etapa maravillosa. No puedo hablar más que maravillas. Me voy con la sensación de ser muy querido», confesó el entrenador madrileño en la rueda de prensa de su despedida. No es habitual ver este tipo de actos, lo cual habla del afecto que unía al técnico con la afición. «Ha sido un honor formar parte de este club», añadió más tarde en redes sociales. Lo cierto es que entró en la historia albiazul porque García Plaza es el cuarto técnico con más partidos al mando del Alavés. Pero, además, porque lideró el regreso a la élite. «En mi mochila me llevo muchos recuerdos bonitos, como el ascenso que jamás olvidaré», reconoció.
Siete meses atrás, el técnico madrileño vivió desde dentro la fiesta en Mendizorroza con la que se despidió por todo lo alto la brillante temporada. Aunque no fue sencillo. Ese décimo puesto se comenzó a labrar tras las campanas de Año Nuevo y con las uvas sin digerir, con ese derbi el 2 de enero contra la Real Sociedad. El Alavés vivió desde entonces una especie de metamorfosis. Los números hablan por sí solos: los 29 puntos cosechados en la segunda vuelta fue la séptima mejor marca de la Liga. El vestuario se sentía invencible, hasta el punto de que doblegó al Atlético (2-0), Sevilla (2-3) y Valencia (0-1). Y la misma energía con la que arrancó esta temporada para imponerse en el derbi a la Real Sociedad (1-2) o el propio Sevilla (2-1).
«Es una etapa maravillosa. Me voy con la sensación de ser muy querido. Ha sido un honor», confesó
Despedida de Luis García
«No dudé en aceptar el reto, dije inmediatamente sí. El objetivo es tratar de mantener la categoría»
Presentación de coudet
Esa sensación resulta ya demasiado lejana. Hay que retroceder hasta el 1 de noviembre para celebrar la última victoria del Alavés. Fue contra el Mallorca (1-0), para poner fin a otra racha de cinco partidos sin ganar. Dos datos que resumen este torcido final de año con una victoria en once partidos, aunque en esa cifra entran los recientes cuatro empates en cadena: Leganés (1-1), Osasuna (2-2), Athletic (1-1) y Valencia (2-2).
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Nuevas caras
Ese empate del conjunto che sobre la bocina es el mejor ejemplo del intenso sabor amargo que genera una victoria esquiva en el último suspiro. Como los empates del pasado curso del Mallorca (1-1) en el minuto 88 o la Real Sociedad (1-1) cuando el reloj ya agonizaba en el 96. La rabia se entremezclaba con la oportunidad perdida. Aunque ninguna supera la derrota contra el Madrid –diciembre– que provocó el mayor enfado que se recuerda en Luis García, quien se despojó de todas las prendas y arremetió contra el banquillo. El mismo cabreo que generó la breve aventura copera tras caer en segunda ronda eliminado ante la Minera, un equipo de Segunda Federación.
47
puntos sumaría el Alavés en una clasificación virtual si se tuviesen en cuanta las 38 jornadas que se han disputado en este 2024, divididas entre las 20 de la temporada pasada y las 18 de la actual.
A las llegadas de Carlos Vicente y Asier Villalibre se suman el adiós a Luis Rioja y Rubén Duarte
Fichajes y ventas
El 2024 también destaca por nombres propios como el de Carlos Vicente. El 'vikingo' desembarcó en Navidad de 2023 en Vitoria y debutó como albiazul el 2 de enero. Su aterrizaje fue más bien un abordaje en todos los sentidos. Desde el primer momento se adueñó de la banda derecha y es de los jugadores que mejor rendimiento da en el equipo. Aunque fue el anuncio de la incorporación de Villalibre el que más revuelo generó en la hinchada. El héroe del ascenso, el artífice de transformar con una tranquilidad pasmosa el penalti del eterno minuto 129, regresaba a Vitoria. Una segunda parte que por el momento no está siendo dulce.
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Unos llegaron y otros se fueron. Es el caso de Luis Rioja, que cinco temporadas (189 partidos y 22 goles) y un ascenso después, se despidió del Alavés. «Han sido cinco años maravillosos que me han hecho enamorarme de una ciudad en la que he podido vivir lo más bonito del fútbol», señaló en su adiós un atacante que juró amor eterno al Alavés: «Aquí tenéis a un babazorro para toda la vida».Otras de las despedidas más sentidas fue la de Rubén Duarte, un capitán de Primera. Al igual que el atacante andaluz, el lateral cerró en verano su dilatada etapa como babazorro tras 231 partidos y devolver al Glorioso al fútbol de élite.
Aunque en el apartado de los fichajes, el más reciente es la llegada de Eduardo 'Chacho' Coudet. «No dudé en aceptar el desafío, uno dice sí inmediatamente. En lo poco que hemos charlado el objetivo del Deportivo Alavés es tratar de mantener la categoría y hacerlo sin sufrimiento», prometió en su presentación. Y lo hará de su innegociable estilo de juego marcado por la «intensidad» y el «protagonismo».
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Eso se decidirá ya en 2025. Un año que por lo pronto arranca ya con noticias. La más reciente, la recuperación de Sivera tras ser operado del dedo que se rompió en el partido contra el Valencia. Y también la incorporación de Facundo Garcés a la defensa.
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