La Copa, una 'distracción' positiva para el Alavés

Las que jugaron desde Segunda el Alavés que subió con Mané en 1998 y el que rozó el ascenso con Pepe Mel en 2004. No hay que irse tan lejos para encontrar trayectorias coperas positivas en la categoría de plata. El curso pasado el equipo de Luis García Plaza estuvo a punto de alcanzar los cuartos en un partido en el que mereció más ante el Sevilla en Mendizorroza (0-1). La tradición albiazul dice que la Copa no molesta. Al contrario. Las buenas participaciones del conjunto vitoriano en el torneo del 'ko' suelen coincidir con buenas temporadas ligueras.

Y al revés. El Alavés que descendió cayó en segunda ronda ante el Linares. Un año antes perdió con estrépito en Almería el estreno de la segunda etapa de Abelardo en Mendizorroza (5-0). Fue el primer curso con tres entrenadores –Machín, el Pitu y Calleja–. Y antes, en 2019, se despidió de la competición a las primeras de cambio en Jaén. Otro esperpento de un equipo que ya daba síntomas de la decadencia post-pandémica que con los años le transportaría irremediablemente a Segunda División.

La conciliación de competiciones suele ser señal de buena salud futbolística. De un equipo que, más allá de los resultados, responde al margen de los nombres. La copa es el escaparate habitual de los menos habituales, la mesa reivindicativa de aquellos jugadores que quieran asomarse al once del fin de semana. Y Luis García necesita partidos que garanticen minutos de competición a piezas poco utilizadas que con el paso de las jornadas van a tener que dar la cara también en el campeonato liguero.

El caso más paradigmático esta temporada es el de Nikola Maras, el único jugador de campo inédito en Liga pese al déficit en el puesto de central. El defensa serbio lleva sin competir desde enero y en esos casi once meses su único partido oficial ha sido el que en la anterior eliminatoria enfrentó al Alavés con el modesto Deportivo Murcia, un rival de séptima categoría que, como dijo entonces el propio entrenador albiazul, no sirve como vara de medir a la llamada 'unidad B'.

«En Copa participará otra vez, pero no está en ese punto ideal para jugar de principio en Liga», dijo el entrenador madrileño de Maras, un jugador que debe coger ritmo de cara al mes de enero que amenaza la demarcación. Sin Sedlar, lesionado, y con la más que probable marcha de Abqar a la Copa de África con la selección de Marruecos. A expensas de lo que depare el mercado de invierno, con Duarte como tercer central a día de hoy, otra opción para parchear la zona es Nahuel Tenaglia, otro futbolista obligado a coger kilómetros en la Copa. Gorosabel es indiscutible en el lateral derecho y el argentino únicamente ha jugado 96 minutos en Liga –solo por delante de Karrikaburu y el propio Maras–.

El del delantero navarro, autor de un 'hat-trick' en Murcia, es otro de los nombres de la Copa, obligado a reivindicarse antes de que levante la persiana un mercado invernal que le puede invitar a buscar minutos en otro equipo. Turno para los Alkain, un Sola que ha perdido protagonismo en las últimas jornadas o Carlos Benavídez. La de Ander Guevara es la primera sanción por acumulación de amarillas y el uruguayo, que no es titular desde septiembre, es la opción más natural para ocupar su sitio ante Las Palmas, aunque también podría entrar Hagi y retrasar la posición de Guridi. El charrúa, en cualquier caso, es otro de los jugadores necesitados de ritmo.

En caso de eliminar al Terrassa, el Alavés jugaría los dieciseisavos de final el fin de semana del 6 y 7 de enero, entre las jornadas 19 (Real Sociedad) y 20 (Sevilla). Los octavos y los cuartos, últimas rondas disputadas a partido único, también están ubicadas en un mes de enero cargado de partidos para los equipos que sigan adelante en Copa.