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Álex Baena, de nuevo pieza clave en el equipo amarillo, en el duelo ante el Villarreal. R. García

El Alavés pone a prueba su recuperación lejos de Mendizorroza

Los albiazules solo han logrado un triunfo este curso como visitantes y cuajaron ante el Getafe y el Rayo dos actuaciones de nivel preocupante

Viernes, 8 de noviembre 2024, 00:17

El Deportivo Alavés pone a prueba mañana contra el Villarreal la calidad de su recuperación. Una vez esquivadas las urgencias tras su triunfo frente ... al Mallorca de hace una semana, el plantel albiazul combina en su estado anímico la tranquilidad y la necesidad. Sabedor de que, por un lado, rompió una racha que le atenazaba; pero, por otro, de que lo aún debe dar pasos en esa consolidación para evitar potenciales recaídas. El Alavés crece, pero aún sigue lejos de su mejor versión. Para ello necesita corregir otros déficits que le han penalizado a lo largo de las últimas jornadas.

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Uno de ellos es su desempeño como visitante. En realidad, los problemas lejos de Mendizorroza han sido una constante para el equipo en Primera a lo largo de las últimas temporadas. Si en casa era un ciclón, fuera sufría demasiado para replicar ese desempeño y traducirlo en puntos. Tanto, que llegó a encadenar veinticinco encuentro sin ganar, récord en la historia de la competición. Este curso, su bagaje como foráneo también es negativo: solo una victoria y cinco derrotas. En el furgón de cola de una competición en la que solo tres equipos han logrado un botín inferior lejos de casa.

Su única alegría fue en la tercera jornada, en su visita a la Real Sociedad. Entonces, aunque empezó perdiendo incluso pese a jugar en superioridad numérica, logró labrarse una prestigiosa remontada. Ese triunfo, a finales de agosto, ha sido su única alegría. El resto de encuentros se han saldado con derrotas ajustadas en las que hubiera merecido mejor suerte o, en el peor de los casos, tropiezos incontestables. Celta, Espanyol, Real Madrid, Getafe y Rayo Vallecano se han impuesto con mayor o menos claridad a los albiazules.

El balance arroja cinco derrotas y solo una victoria, la lograda ante la Real Sociedad

De todos ellos, los dos últimos, además de la visita a Barcelona, son los que sembraron mayor inquietud en el alavesismo. En Getafe el Alavés no compareció. Fue barrido por un equipo superior en todas las facetas y sin apenas replicar. Sin ninguna excusa, hasta el propio Luis García ha identificado esa cita como el gran lunar de su equipo esta temporada. El más reciente ofrece una lectura más matizada. Porque si bien la derrota se certificó en una acción de mala suerte, con un disparo lejano que golpeó a Sivera tras tocar en el travesaño, el Alavés estuvo lejos de merecer una victoria. Tras ser superado con claridad en el arranque del encuentro, solo la expulsión del local Mumin le permitió equilibrar los méritos. Insuficiente para llevarse el triunfo.

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Huérfano de su gente

Los porqués de esa diferencia de desempeño entre casa y fuera no son fáciles de desglosar. Es un hecho que la mayoría de equipos son más fuertes en su campo, al calor del público y de un estadio que conoce, que fuera. Pero incluso en ese escenario el Alavés se ha mostrado lejos de Mendizorroza como un equipo demasiado timorato, incapaz de trasladar la energía y verticalidad que muestra en casa. Un equipo plano cuyos arreones ofensivos son insuficientes para compensar los problemas en defensa. Con doce goles encajados, promedia una cifra casi insostenible de dos por partido.

Dos goles encajados de media por partido han complicado la tarea a un equipo falto de recursos

Deberá enmendarse frente a uno de los equipos más fuertes del campeonato liguero. El Villarreal eleva a un nivel de casi máxima dificultad el desafío. Además, al Alavés no se le han dado nada bien sus últimas visitas a La Cerámica. Con el paréntesis del punto obtenido el año pasado en un partido notable, los albiazules han salido goleados en sus tres citas anteriores: 5-2, 3-1 y 4-1.

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Señal también de lo que se encontrará mañana. Ya en el Bernabéu vio pronto que los errores cometidos contra equipo grandes acostumbran a ser fatales. También el Barcelona castigó con rapidez las lagunas defensivas albiazules. Tras mantener la portería a cero contra el Mallorca en un encuentro especialmente solvente en la zaga, el Alavés aspira a subir el nivel frente al Villarreal. La prueba de fuego para calibrar su mejoría antes de un parón que dará paso a otro encuentro como visitante frente a un adversario de postín, el Atlético de Madrid. El momento para dar otro acelerón y olvidar del todo su crisis.

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