Sara Lahidalga, la estudiante de enfermería vitoriana que ha representado a Euskadi en Miss Grand Spain

La vitoriana Sara Lahidalga está todavía recuperándose de la resaca emocional de su paso por el certamen Miss Grand Spain que se celebró el pasado mes de mayo en Gran Canaria. Para esta joven de 23 años ha supuesto una experiencia inolvidable y de crecimiento personal. «Todo empezó un poco de casualidad, yo no me veía en ello pero mis familiares y amigos me animaron a apuntarte a Miss Grand Araba. De ahí logré el pase directo al certamen en Euskadi y lo gané para representar a nuestra comunidad en el concurso a nivel nacional», explica Sara.

Hasta entonces apenas tenía experiencia en el mundo del modelaje. «Mido 1,78 y siempre he tenido complejo de alta, desde muy pequeñita en el cole. Así que nunca me había puesto tacones», confiesa esta estudiante de último curso de Enfermería. Prepararse para Miss Grand Spain supuso todo un reto para ella. «Tuve que aprender a desfilar en pasarela, porque solo había hecho sesiones de fotos. No estoy en ninguna agencia y todos los trabajos que me iban saliendo eran a través de mis redes sociales o mediante contactos». Trabajó también con un entrenador personal, asistió a clases de oratoria y tuvo que aprender a maquillarse ella misma.

«La experiencia en Canarias ha sido increíble, me ha ayudado para ganar seguridad en mí misma y empezar a valorar más las cosas buenas que tengo. Ha sido algo muy enriquecedor», reflexiona risueña al otro lado del teléfono. Un pequeño percance le impidió llegar tan lejos como le hubiera gustado en el certamen de belleza nacional, pero el balance en su conjunto es más que positivo. «Me fisuré dos dedos del pie y no me pude clasificar para la final…», lamenta.

Más allá de su belleza física, en el concurso quiso presentar también un proyecto de impacto social. En su caso optó por un discurso relacionado con la educación de los más pequeños. «Me gustaría concienciar que con la educación de los niños se pueden conseguir grandes cosas. Con trabajo, constancia y esfuerzo se pueden lograr los objetivos». Sara es además voluntaria de la Cruz Roja y de la perrera de Vitoria. «También estuve de voluntaria en la residencia de Txagorritxu con una persona con discapacidad enseñándole a utilizar el ordenador con la vista», narra la joven miss.

Tras su primera experiencia en un certamen de belleza nacional, Sara Lahidalga está ahora centrada en realizar su trabajo de fin de grado tras finalizar las prácticas de enfermería en un hospital de Miranda de Ebro. Tiene claro que quiere dedicarse al sector sanitario pero no se cierra puertas. «El mundo del modelaje es un 'hobby' para mi y si en un futuro puedo combinar ambas cosas sería genial», concluye esta exalumna del colegio Corazonistas de Vitoria.