La 'rarita' que vino a Euskadi por amor y vende los bolsos favoritos de las estrellas de la tele

Cuando te traes entre manos el lanzamiento de una nueva firma es ilusionante imaginar quiénes lucirán tus piezas en el futuro. Eso sí, es necesario que el proyecto arranque y que el azar juegue su mejor baza para que los rostros conocidos muestren interés por tu trabajo. Arancha Espinosa de los Monteros nunca hubiese imaginado que sus piezas las iban a llevar los colaboradores del universo 'Sálvame', el programa de cotilleo por excelencia de Telecinco. Belén Esteban, Anabel Pantoja o Raquel Bollo son algunas de las caras conocidas que se declaran fans de los bolsos de su firma, 'Rarita Bags'. «Para mí que los muestren es todo un privilegio, son las que mueven las tendencias y llevan la batuta», expresa. Una amiga de Sevilla le animó a que las escribiera por Instagram, estaba segura de que les iban a entusiasmar y así fue.

A esta madrileña de 33 años, que vino a vivir a Bilbao hace un año por amor, siempre le habían gustado los bolsos por el parecido que guardan con las cajitas. «Siempre he tenido verdadero amor por ellas. En realidad, todo el mundo quiere tener una para guardar algo. Son de papel, pero si lo cambias por telas tienes nada más y nada menos que un maravilloso bolso», declara. La fascinación por estos accesorios la llevó a trabajar, con apenas 21 años, como dependienta en una célebre firma de bolsos y maletas de Madrid, donde, por supuesto, se sentía como «pez en el agua». «A los seis meses era la mejor vendedora de la empresa. Además, conocí todos los aspectos fundamentales para dirigir una firma de bolsos: llevar el inventario, atender a los clientes...», menciona. Se dio cuenta de que tenía que dar un giro a su vida profesional durante una jornada más en la tienda en la que se desvivía. Mientras desembalaba una nueva colección rompió a llorar. «Me di cuenta de que estaba entregándome al máximo para cumplir el sueño de otra persona. En realidad, yo quería que mis aspiraciones se hicieran realidad con mi propia firma de bolsos. Era consciente de que tenía muchas cosas que ofrecer», expresa.

Así que comenzó a diseñar y confeccionar sus piezas hace aproximadamente cinco años para mostrarlas en las pequeñas tiendas de su barrio. Asimismo, ofrecía un servicio de sastrería de bolsos y monederos, que hacía al gusto de los clientes. Pero mientras esperaba su oportunidad, compaginaba estaba labor con trabajos de camarera. «Esperé a que mis diseños gustaran. Y así fue, comencé a tener encargos y más encargos hasta que no me dejaron tiempo para dedicarme a otra cosa. No todo fue fácil, en algunos momentos quise tirar la toalla, aunque no me di por vencida», recuerda.

Para dar con los siete modelos en total de bolsos, neceseres, bolsas, carteras y mochilas que ofrece la firma actualmente, Arancha comenzó a pensar como una verdadera clienta: si me voy de viaje ¿qué necesito? ¿y si tengo que ir a trabajar?... «Se ajustan a nuestro día a día y tienen un estilo chic urbanita», define. Además, la esencia de la marca propone que el diseño lo idees tú. Así puedes tintar diferentes partes de la pieza, desde el cuerpo a la solapa en diferentes colores y 'prints' para crear el bolso de tus sueños. «Tenía claro que siempre iba a ofrecer estampados clásicos, como los lunares, los cuadros, las rayas y las flores», específica. Los artículos de la firma cuentan con nombres curiosos, que van desde el bolso de hombro 'El Coqueto' a la bolsa 'Hipster', disponible en diferentes tamaños. Una vez que un cliente efectúa su pedido a través de su página web o redes sociales, esta madrileña se pone manos a la obra en su taller ubicado en el corazón de la villa. Confecciona partes a mano y en otras se sirve de su máquina de coser.

El nombre de la firma tiene mucha miga. Se remonta a la época cuando trabajaba como dependienta en la capital. «Era una de las mejores y eso despertaba muchas envidias. Me ponían la zancadilla constantemente, pero yo no me enfadaba ¿para qué? Y ahí comenzaron a murmurar: qué rara es, si no se molesta por nada», cuenta. Aunque el mote adquirió más peso aquella tarde en la que vendió hasta la decoración del establecimiento a una señora que le gustaban unas palmeras de plástico que adornaban la tienda. Cuando llegó a la caja volvieron a resonar los susurros: «¡Mira lo que ha vendido la rarita!». Ella, en cambio, nunca se lo tomó a mal porque gracias a los que la denominaban rara podía hacer lo que realmente sentía.

Millones de modelos rondan ahora mismo en la cabeza de Arancha, como un bolso de mano estilo sobre y el lanzamiento de riñoneras, que ahora mismo están en tendencia. «El corazón me lo dirá», expone. Y no descarta fundar en un futuro su propia tienda, 'Rarita Bags'. Aunque no tiene claro si en Madrid, en Bilbao o en Sevilla, ciudad que le ha robado el corazón. Mientras tanto, los bolsos de esta 'rarita' seguirán siendo las piezas más deseadas por los rostros de la tele y de todas las bilbaínas que quieran salirse de lo convencional.