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La foto del soldado que dio la vuelta al mundo.
El soldado Charlie nunca existió

El soldado Charlie nunca existió

El 'Checkpoint Charlie', el paso más famoso entre las dos partes de Berlín, fue la ‘zona cero’ de la Guerra Fría. En la actualidad, los berlineses creen que se ha convertido en ‘Disneyworld’

Álvaro Soto

Miércoles, 5 de noviembre 2014, 17:24

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Los guías turísticos de Berlín no se cansan de repetir que la leyenda es falsa, que el Checkpoint Charlie, el paso más famoso entre Berlín Occidental y Berlín Oriental, no se llama así por el nombre de ningún soldado americano al que le tocó hacer guardia en la garita. La explicación es menos romántica, pero quizá explica mejor cuál era el clima de aquel tiempo de Guerra Fría. La palabra Charlie es la tercera letra del militarista alfabeto de la OTAN, y por tanto, debía corresponder al tercer paso (en total, en la ciudad había siete). El Checkpoint Alfa, el primero, estaba en la autopista, cerca de la ciudad de Helmstedt, y el segundo, el Checkpoint Bravo, se ubicaba junto al barrio berlínes de Dreilinden. El más mítico de todos los pasos iba a ser, sin duda, el que se encontraba en el centro de la ciudad, el Checkpoint Charlie.

Antes de agosto de 1961, cuando aún no se había levantado el Muro, el paso entre ambas zonas de la ciudad solo se podía realizar por los siete puntos habilitados para ello. El más popular era el Checkpoint Charlie, en la muy céntrica calle de Friedrichstrasse, junto a las embajadas y a los edificios ministeriales, utilizado por políticos, diplomáticos y turistas occidentales de primer nivel, que podían pasar el día en la zona oriental de la ciudad. Pero en septiembre de ese año, el Gobierno de la Alemania Oriental decidió endurecer las medidas de seguridad y comenzó a registrar a todos los que cruzasen de un lado a otro.

Como era de esperar, la tensión se disparó, hasta llegar, el 27 de octubre, a uno de los episodios más extraños de la Guerra Fría. Tanques americanos y soviéticos se situaron, unos frente a otros, apuntándose, en el Checkpoint Charlie. Un soldado de cañón rápido podía haber desencadenado la guerra de todas las guerras. Afortunadamente, no hubo enfrentamiento armado, pero sí se abrió otro drama. Al cerrarse las posibilidades legales de cruzar el Muro, muchos decidieron intentarlo jugándose la vida.

Así, junto al Checkpoint Charlie fue asesinado Peter Fechter. El 17 de agosto de 1962, este joven, de solo 18 años, intentó cruzar el Muro. Pero los soldados de la RDA le dispararon. Gravemente herido, Fechter quedó tirado en la franja oriental, al pie del muro. Nadie le atendió y murió desangrado. Su fallecimiento quedó como un símbolo de la capacidad de un poder injusto para acabar con las libertades e incluso con la vida de los ciudadanos. Otros berlineses, sin embargo, consiguieron cruzar la línea engañando a los soldados con las artimañas más curiosas.

Desde 1961 hasta 1989, el lugar pasó de tener una simple caseta a convertirse en un puesto aduanero con todas las letras y nueve carriles. Pero cuando el Muro cayó, la comercialización llegó rápidamente. Convertido en el rincón más turístico de la capital alemana, la caseta primigenia se reconstruyó en 2000, y allí se hacen fotos (previa propina a los actores disfrazados de militares) miles de turistas todo el año. Además de la garita, el cartel con la fotografía de dos soldados, uno norteamericano y otro soviético; la réplica de la inscripción original Está abandonando el sector americano y el museo dedicado a la historia del mundo conforman un lugar que aunque se ha convertido, según los berlineses, en Disneyworld, aún conserva cierto encanto.

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