¿Debe ser obligatorio el casco para circular en bicicleta por la ciudad?

La polémica y el debate están servidos. El borrador del Reglamento General de Circulación presentado por la Dirección General de Tráfico para su discusión en la esfera política nacional contempla que "los ciclistas, y en su caso los ocupantes, estarán obligados a utilizar cascos de protección homologados según la legislación vigente" en las vías urbanas. Es decir, casco obligatorio en la ciudad. Pocas voces han defendido la medida y muchas la han criticado. No tanto por las ventajas evidentes que aporta circular con protección, sino por la obligatoriedad de hacerlo en la ciudad, con lo que ello puede conllevar de desánimo a la hora de hacer de la bicicleta un transporte efectivamente alternativo a los vehículos a motor.

El borrador está en estos momentos de actualidad por su debate en España. La del exalcalde donostiarra Odón Elorza ha sido una de las voces que ha censurado la propuesta. El socialista ha acusado a la DGT de boicotear el uso de la bicicleta en las ciudades y de "imponer el uso del casco a los ciclistas urbanos cuando esa norma no existe en ningún otro país europeo". Y ha criticado la pretensión de la DGT de incluir modificaciones "no dialogadas ni con los colectivos de usuarios de la bici ni con la Red de Ciudades por la Bicicleta". Esta red, que ha mostrado su rechazo a la medida, representa a más de 100 entidades y ciudades españolas, entre ellas Madrid, Barcelona, Bilbao y San Sebastián, pero en ella no figura Vitoria.

La asociación de ciclistas urbanos de Vitoria, Gasteizko Bizikleteroak, cree más adecuado que "cada uno use el casco de forma opcional" ya que la obligatoriedad "hace que descienda el número de personas que usan la bicicleta en las ciudades". Para argumentarlo se basan en los estudios realizados tras la implantación de esta norma en Australia y que supuso "un descenso de ciclistas en las calles del 40%", mientras que los siniestros sólo "se redujeron en un 1%".

Maroto: "No debe ser obligatorio"

El portavoz de Bizikleteroak, Rubén Rodríguez, explica que el colectivo al que representa no está en contra del uso del casco, ya que considera que "es una buena herramienta en caso de accidente", pero apuesta por medidas como el calmado de tráfico, las supermanzanas y la convivencia entre ciclistas, peatones y vehículos a motor para reducir la siniestralidad y ganar desplazamientos en bicicleta en las calles de las ciudades. La agrupación observa "aspectos positivos" en el borrador de la DGT pero también negativos y considera la propuesta "más restrictiva". Además, de llegarse a aplicar la medida, verían "dificil" su puesta en práctica, por ejemplo, en el caso de las bicicletas públicas de alquiler.

El alcalde de Vitoria también se ha posicionado al respecto este jueves. "Creo que el casco no debe ser una medida obligatoria para ciclistas dentro del casco urbano. Sí, en carretera", ha señalado. El Ayuntamiento no lo ha hecho de forma oficial, pero otros consistorios como el de Valencia, Zaragoza o Barcelona ya han anunciado que presentarán alegaciones antes de que concluya el plazo este viernes, ya que la aplicación de la norma conllevaría "una disminución del uso de la bicicleta" porque supondría "una molestia añadida".

Además del PSOE, a través de Odón Elorza, que considera que el PP "hace todo lo contrario a lo que sería razonable para potenciar el uso de la bici con garantías", IU también se ha mostrado contrario al uso del casco de bici en ciudad y a otras medidas propuestas en el borrador de la DGT.

Precisamente, Odón Elorza defendió este miércoles en la Comisión de Seguridad Vial del Congreso una proposición no de ley en la que se insta al Gobierno "a la creación urgente de un Consejo Nacional de la Bicicleta a modo de instancia asesora, consultiva y de participación democrática de todos los sectores comprometidos con el impulso y desarrollo de la utilización de la bicicleta".

La Federación Europea de Ciclistas, por su parte, cree que la reforma del Reglamento de Circulación tendrá "efectos devastadores" para el ciclismo en España y agrega que "ningún sistema de bici pública ha tenido éxito en una ciudad donde el casco es obligatorio". Ante esto, manifiesta que "los ayuntamientos españoles con sistemas de bicicleta pública se están poniendo nerviosos, pues a parte de los beneficios para la salud y las reducciones de CO2 se estima que España podría dejar de ingresar los cerca de dos mil millones de euros que recibe por y para el turismo 'cicloturista".