Fue espontáneo. Se enteraron de que habían detenido a sus maridos, judíos, y los habían encerrado en un edificio de la calle Rosenstrasse de Berlín. Y fueron a buscarlos.
Sucedió entre el 27 de febrero y el 6 de marzo de
1943. Nadie las había convocado. Ellas fueron a por sus hombres y se encontraron con otras mujeres. [En la imagen de arriba, un fotograma de Rosenstrasse, la película en la que Margarethe von Trotta recreó en 2003 aquel valiente desafío al nazismo gritado desde el corazón de Berlín].
Hasta entonces, sus maridos se habían salvado por estar casados con arias, pero Hitler había ordenado una redada final y fueron a por los últimos judíos de Berlín a las fábricas y oficinas donde trabajaban, por eso esa operación se conoce como Fabrikaktion. Los llevaron a varios centros de la ciudad.
Eran cerca de 10.000. A 1700 los recluyeron en un edificio de la Rosenstrasse. Hasta 6000 alemanes –la inmensa mayoría, mujeres– se congregaron allí.
«¡Devolvednos a nuestros hombres!», gritaban ellas, firmes. Sus voces se podían oír en el cuartel general de la Gestapo que estaba a la vuelta de la esquina.
Cada poco se dispersaban ante las amenazas de las metralletas. Pero regresaban enseguida. Hubo momentos de mucho miedo: estuvieron a punto de masacrarlas. Pero a Goebbels le dio miedo la impopularidad de una matanza de mujeres alemanas desarmadas en pleno Berlín.
Ordenó soltar a los 1700 judíos de la calle Rosenstrasse. Incluso trajeron de vuelta a 25 de ellos que ya estaban en Auschwitz. Los salvaron sus mujeres.
«Cuando la población alemana (no judía) protestó en masa y sin violencia, los nazis hicieron concesiones», dice el historiador Nathan Stoltzfus. La de Rosenstrasse fue la única manifestación pública masiva en el Tercer Reich de alemanes contra la deportación de judíos. Salvó a 1700 de los campos de la muerte. Arriba, Bloque de las mujeres, que lo conmemora.
La ley para la protección de la sangre alemana, del 15 de septiembre de 1935, estipulaba las condiciones para ser considerado alemán, mestizo (en primer o segundo grado) o judío. Este es el gráfico explicativo de aquella ley. Los judíos casados con arias antes de esa fecha tuvieron protección hasta que en 1943 Hitler ordenó su deportación.
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