Los vascos que acompañaron a Magallanes y Elcano
Tiempo de historias ·
Hasta 30 marineros y soldados vascongados formaron parte de la primera expedición que dio la vuelta al mundo. De los que regresaron vivos con el navegante de Getaria, tres eran vizcaínos y los tres se llamaban JuanXabier Armendariz
Sábado, 9 de febrero 2019, 00:22
Se acercan fechas de efemérides en torno a las gestas marítimas de nuestros antepasados. No en vano, la primera mitad del siglo XVI fue pródiga en expediciones en las que participaron marineros o soldados vascos, entre los cuales nunca faltaron un buen número de vizcaínos. Sin ir más lejos, en agosto de este recién estrenado año se conmemoran los 500 años de la primera expedición en circunvaló el planeta, la expedición de Magallanes-Elcano.
El objetivo del viaje era demostrar que las islas de las especiería, las Molucas, estaban dentro de la asignación española del Tratado de Tordesillas. El archipiélago de las Molucas, en la actual Indonesia, era especialmente importante para las dos potencias en liza por su producción, casi en exclusiva, de nuez moscada y clavo de olor, especias apreciadísimas en la época. Magallanes ofreció al rey Carlos I la posibilidad de asentar el dominio español en las islas y establecer una vía de navegación a través del Pacífico que no tuviera que atravesar los dominios portugueses.
Los detalles de la expedición son de sobra conocidos gracias al cronista veneciano Antonio Pigafetta, enrolado en el viaje y autor de 'Relación del Primer viaje alrededor del mundo'. El 10 de agosto de 1519 zarparon del puerto de Sevilla cinco naos: 'Trinidad', 'Concepción', 'Victoria', 'Santiago' y 'San Antonio', al mando del portugués nacionalizado español Fernando de Magallanes. También conocemos cómo terminó. Después de numerosos avatares y muerto Magallanes en el Pacífico, Juan Sebastián Elcano, marino de Getaria, consiguió regresar a España el 6 se septiembre de 1522, con 17 marinos supervivientes, entre los que se encontraban tres vizcaínos, Juan de Acurio, Juan de Zubileta y Juan de Arratia. La historia ha preservado sus nombres y son conocidos como 'los tres Juanes' que dieron la primera vuelta al mundo.
Existen loables iniciativas presentadas en Juntas Generales para nombrarlos hijos ilustres de Bizkaia, pero... ¿fueron los únicos marinos vizcaínos de la expedición?
Evidentemente no.
Desde su génesis la empresa de Magallanes estuvo en gran medida protagonizada por vascos. Entre los oficiales de la Casa de Contratación que convencieron al rey de la viabilidad del proyecto se encontraba el contador bilbaíno Juan López de Recalde. La nao 'Trinidad' fue vendida a la Casa de Contratación por el lekeitiarra Nicolás de Artieta, quien era proveedor también de la Armada. Este Nicolás se encargó de las negociaciones para la compra en Deba a Pedro de Arizmendi de la nao 'Victoria' y adquirió en Bilbao todos los pertrechos necesarios para la expedición, en especial el armamento y las municiones.
La gran presencia de vascos como oficiales de la Casa de Contratación propició que se eligieran un buen número de marineros de tierras vascas, alrededor de 30, con Elcano a la cabeza, de los cuales al menos 21 eran vizcaínos. Casi siempre con oficios clave para la organización, navegación y mantenimiento de los barcos.
En la 'San Antonio' encontramos, entre otros, a Pedro de Olabarrieta de Galdácano, barbero; Juan de Menchaca, ballestero, Sebastián de Olarte, marinero, y Juan Ortiz de Gopegui, despensero, los tres de Bilbao; Pedro de Sartua, carpintero de Bermeo, Martín de Goitisolo, calafate de Bakio. Y el grumete vecino de Mungia Juan de Orue.
A bordo de la 'Concepción', junto a Elcano, navegaban Juan de Acurio como contramaestre, Antonio de Basazabal de Bermeo, como calafate y los también bermeanos Juan de Aguirre, marinero, los grumetes Perucho de Muguertegui y Martín de Inchaurraga, y el paje Pedro de Churduza.
En la 'Victoria' encontramos al grumete Juanico Sandelices de Somorrostro. Los también grumetes bilbaínos Juan de Arratia y Ochote de Erandio, así como el paje de Barakaldo Juan de Zubilleta.
En la 'Trinidad' embarca como marinero Domingo de Urrutia. En la nao 'Santiago', sin embargo, no embarcó ningún vizcaíno, ni vasco. Si exceptuamos a Jerónimo García, un sevillano hijo de vizcaíno asentado en Sevilla, Cristóbal García, que murió en el intento tornaviaje de la 'Trinidad'.
Como se desprende de los listados de a bordo, existe una alta concentración de bermeanos en la 'Concepción', probablemente reclutados por Juan de Acurio, y el resto de los vizcaínos se reparten, en su mayoría, entre la 'San Antonio' y la 'Victoria'.
Es difícil establecer hasta qué punto fueron determinantes los marineros vascos, y en especial los vizcaínos, en el conjunto de una expedición que constaba de cerca de 250 hombres, pero todo parece indicar que ocuparon puestos de especial importancia técnica.
Motín en Puerto San Julián
Un hecho terrible acaecido en marzo de 1520 marca la importancia de los marineros vascos. Durante la invernada en Puerto San Julián, Magallanes da orden de reducir las raciones de comida. El descontento entre los hombres y la sensación de que la empresa había fracasado obliga a Gaspar de Quesada y Luis de Mendoza a amotinarse junto con gran parte de sus tripulaciones. Su intención era terminar con un momento de penuria y regresar a España. No sabemos con certeza cuántos vascos se amotinaron, pero teniendo en cuenta que Elcano fue uno de los insurgentes, tomando el mando de la 'San Antonio', cabe esperar que fuese un número importante. Sofocada la insurrección, Magallanes perdona la vida a 40 hombres, entre ellos a Elcano, casi con toda seguridad por razones prácticas. Entre los amotinados se encontraban los más valiosos marineros y calafates vizcaínos. Haber prescindido de ellos y del mismo Elcano hubiera sido desastroso para el futuro de la expedición.
Magallanes no pudo evitar sin embargo que ante las duras condiciones y la falta de víveres, la 'San Antonio' desertara y regresara por su cuenta a España, con varios vizcaínos de los que no sabemos su suerte.
La travesía del Pacífico, durísima, en la que los hombres tuvieron que comerse el cuero que recubría los mástiles, el serrín de la madera, ratas y cucarachas, bebiendo agua putrefacta, fue diezmando a las tripulaciones por hambre o escorbuto. El resto fue cayendo poco a poco, como el mismo Magallanes, en los sucesivos enfrentamientos con los indígenas de las islas Filipinas.
El 21 de diciembre de 1521 la 'Victoria' partió del puerto de Tidore, con las bodegas repletas de con 381 sacos de clavo, al mando de Juan Sebastián Elcano. Por delante tenían una travesía casi imposible, cruzando el Índico y África, entonces aguas bajo dominio portugués. De los 47 españoles y 13 indígenas, tan solo sobrevivieron 18.
La historia ha preservado los nombres del maestre Juan de Acurio de Bermeo, el grumete Juan de Arratia de Bilbao y el paje Juan de Zubileta de Barakaldo, los tres Juanes. Sabemos que consiguieron cobrar los maravedís de su sueldos atrasados, que fueron recompensados con costales de clavo, que serían vendidos a buen precio por el mercader Diego Díaz. También sabemos que Juan Sebastián Elcano fue reconocido como 'Primus circumdedisti me' (el primero en rodearme). Del maestre bermeano incluso la autora anglosajona Mairin Mitchel escribió en 1958 una novela: 'La odisea de Acurio'. Sin embargo no hay declaraciones de reconocimiento para el resto de los vizcaínos y demás vascos de la expedición, no hay novelas, ni artículos y en sus villas natales nadie recuerda su nombre.
Los que hemos navegado algo sabemos que no hay viaje de Jasón sin sus argonautas, no hay retorno de Ulises sin sus marineros. Muchos de los vizcaínos que no regresaron murieron de hambre, de enfermedades, en enfrentamientos con los nativos o desaparecieron, simplemente, en la oscuridad de la historia. Los tres Juanes no fueron ni mejores ni peores, tan solo tuvieron más suerte. En 1522 tres vizcaínos dieron la vuelta al mundo, pero otros dieciocho lo hicieron posible.
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