La celebración de colonias de día, en manos de los organizadores

Los pequeños de la casa no volverán a las aulas en lo poco que queda de curso escolar, pero tal vez sí puedan acudir a las clásicas colonias veraniegas. El Gobierno vasco autorizará la celebración de estas actividades de tiempo libre durante la fase 3, que previsiblemente se alcanzará el próximo lunes, aunque en grupos reducidos para que no se conviertan en focos de contagio. La decisión final, por tanto, queda en manos de los organizadores, ya sean ayuntamientos, diputaciones o entidades privadas que cada año gestionan estos programas, todo un alivio para padres y madres.

Las restricciones planteadas por el Ejecutivo autonómico se refieren exclusivamente al número de participantes y, por el momento, no se incide en medidas de índole sanitaria. Todas las actividades deberán desarrollarse en grupos de 12 personas como máximo, un tope que incluye al propio monitor. El aforo siempre quedará restringido al 50%, con un límite de 80 participantes en recintos cerrados y de hasta 200 en espacios abiertos, incluyendo aquí también a los profesionales encargados de los niños.

La autorización, en cualquier caso, se refiere exclusivamente a actividades de día, por lo que ni siquiera se plantea la posibilidad de que los pequeños duerman juntos en las propias instalaciones en las que realizan las jornadas o en cualquier otra estancia. En la práctica, eso descarta la celebración de modelos de colonias como las de la BBK en Sukarrieta. Sí que se podrían organizar los udalekus de día y, fundamentalmente, los campus deportivos que se suelen ofrecer durante las vacaciones.

La pelota queda ahora en el tejado de los organizadores. No hay que olvidar que a lo largo del mes de mayo las diputaciones forales y varios ayuntamientos anunciaron la suspensión de sus actividades por la imposibilidad de ofrecer garantías ante el coronavirus. Ahora podrán reconsiderar esa decisión, aunque también es cierto que los plazos apremian y habría que retomar el engorroso proceso de recepción de solicitudes antes de que los niños pudieran disfrutar a lo grande.