Una mujer recibe un mensaje con ofertas personalizadas mientras realiza la compra en el supermercado. EL CORREO
La evolución del Neuromárketing

Los súper se valen de drones y del acceso a tu móvil para guiar la compra dentro de la tienda

Expertos alertan de la necesidad «imperiosa» de destinar tiempo a realizar la compra, algo a lo que curiosamente se presta cada vez menor atención

Viernes, 24 de mayo 2024, 07:13

Las grandes cadenas de la alimentación lo saben todo sobre uno. En realidad todas las empresas de determinado tamaño conocen bien tus gustos, necesidades, los productos que te empujan a comprar por impulsos y el día que te ingresan la nómina. A eso lo llaman neuromárketing o psicología de la publicidad y su objetivo es valerse de las debilidades mentales de cada persona para venderle lo que haga falta y a la carta. No importa qué. El objetivo es vaciarte los bolsillos.

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«Cada vez es más difícil defenderse de la agresividad de la publicidad, porque ya no va dirigida contra un colectivo determinado, sino que actúa contra una persona en concreto. Contra cada uno de nosotros», ha advertido la neuropsicóloga Natalia Ojeda, que esta semana ha acudido al foro Encuentros con la Salud de EL CORREO para explicar cómo los usuarios podemos protegernos ante un fenómeno que ya es muy grande y que la inteligencia artificial hará aún mayor.

Las grandes superficies de Estados Unidos comenzaron hace unos años a distribuir por sus instalaciones ejércitos de drones que van guiando al consumidor por las zonas de la tienda que interesan a la empresa. Esa tendencia, que ya es una realidad en España, se ha sofisticado; y ahora comienza a ser cada vez más habitual que el consumidor vaya recibiendo en su celular las ofertas de aquellos productos que saben que le interesan más, según viaja por el establecimiento.

¿Cómo conocen algo así? Para la inteligencia artificial es pan comido. Una cuenta pagada con una tarjeta de crédito y una aplicación para móvil con supuestos descuentos de la tienda y ya está.

Ellos lo saben

Ojeda alertó en su intervención de la necesidad de que el consumidor, «ahora más que nunca» dedique tiempo a preparar la cesta de la compra y a ceñirse a ella a la hora de utilizarla. Obligaciones laborales y compromisos de todo tipo están provocando, sin embargo, todo lo contrario. El ritmo de vida resulta cada vez más frenético y los usuarios intentan rascar minutos de la hora del supermercado. «Es un error», advirtió. «La industria del marketing lo sabe y se aprovecha cada vez más de ello».

Estudios recientes demuestran que la decisión de compra dura 2,5 segundos y que el 95% de ellas se toman de manera inconsciente, de una forma completamente irracional, basándonos en las emociones. Si eso es ya un error para todo usuario, cuando se trata de decisiones en las que interviene lo que comemos, es decir la salud el desacierto se convierte ya en un problema.

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24 horas para meditarlo

No hay más que pensar en la cantidad de chicles, chocolatinas y galletitas que, como contó Natalia Ojeda, nos ponen en las filas de las cajas registradoras para que la espera se haga más corta o, lo que es lo mismo, «para que piquemos». Con el resto de lo que comemos, pasa igual. Es todo fácil, todo ultraprocesado y megacocinado, colocado a la altura de la vista para que el poco tiempo que dedicamos a la adquisición de lo que sirve para alimentarnos lo dediquemos a comprar sin pensárnoslo dos veces. «Ahora, más que nunca, es necesario, ir al supermercado con una lista de la compra, decidir con antelación qué vamos a comer y qué ingredientes necesitamos para prepararlo», destacó la especialista, como primer consejo de salud.

Las trampas y salvavidas del neuromarketing

Los expertos en psicología de la publicidadad conocen perfectamente cómo funciona el cerebro humano y están al día de las últimas innovaciones e investigaciones científicas. Por mucho que uno sepa sobre técnicas de mercado, ellos siempre van por delante del consumidor,. Ése es su trabajo: adelantarse y ponerlo en práctica.De ahí la importancia de aprender a protegerse.

El neuromárketing, pese a todo, no tiene por qué ser solo una amenaza. Conocer bien cómo modular los mensajes, los trucos que pueden hacerse con los precios para que resulten atractivos o los colores ante los que responde una sociedad bien pueden usarse, «por ejemplo» para el diseño de carteles que orienten mejor a los clientes. «Pero no se confíe». Trampas y salvavidas pueden convivir en perfecta harmonía.

Apostar por productos de cercanía, que garantizan frescura y certeza de origen, representa una garantía añadida. Como truco, detalló, resulta una buena idea demorar durante 24 horas las decisiones de compra que generen la menor duda. «¿Realmente lo necesito o simplemente es un capricho? Igual lo es e incluso quiero dármelo, pero mejor tomo la decisión en frío», recomendó.

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Tan importante como tomarse tiempo es «tomar conciencia del tiempo en que vivimos». «Se impone la necesidad de hacer la compra con plena atención. La industria –recordó la especialista– se aprovecha de sus valores y creencias más profundas para venderle. No lo olvide. Si ahora está de moda lo verde, se lo pondrá en un paquete verde con la imagen de una vaca».

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