Médicos y pacientes piden ampliar las mamografías a mujeres hasta los 74 años

«Cada vez vivimos más tiempo y en mejores condiciones de salud», ha reflexionado la presidenta de la Sociedad Europea de Cirugía Oncológica (ESSO), Isabel Rubio, coordinadora del área de Cáncer del Cancer Center de la Clínica Universidad de Navarra (CUN). «No tiene sentido que el programa se ofrezca en las mismas condiciones en las que se impulsó, en 1990, cuando la esperanza de vida era bastante menor». En concreto, de 76 años.

La detección precoz del cáncer se ha convertido en uno de los grandes retos de la medicina. Un amplio estudio publicado en la revista 'British Medical Journal Oncology' (BMJO), alertaba ya el pasado septiembre del «significativo» aumento de los casos que se está dando entre los menores de 50 años, especialmente en los tumores de mama y colon. «El objetivo con los colorrectales es conseguir que la gente participe en los programas de despistaje ('screening')». Apenas el 30% de la población diana responde a las invitaciones del cribado. «Los resultados en mama son, sin embargo, mejores; y lo que estamos viendo es que donde más crecen los casos es en el grupo de edad de 40 a 50 años. La mayor parte de la enfermedad -ha matizado- se aglutina entre los 50 y los 69, pero cada vez se escapa más patología por encima y por debajo de las edades de referencia», detalló la especialista.

Los tumores malignos que más se han multiplicado en Europa por debajo de la edad de referencia son, precisamente, los de mama. Figuran, además, entre los que más ha aumentado tanto la mortalidad como la aparición de complicaciones en el manejo de la enfermedad (morbilidad). Esa lista la completan los cánceres de traquea, pulmón, intestino y estómago, según el informe de BMJO, que analizó datos de 204 países y regiones del mundo, sobre un total de 29 enfermedades tumorales.

Los cánceres son enfermedades propias del envejecimiento humano, pero el estallido de los casos en amplias franjas de edad ha llevado a la comunidad científica internacional al convencimiento de que la calidad de vida impacta en la patología mucho más de lo que se suponía. Influyen los años que se tengan, pero también las dietas ricas en carne roja y sal o las pobres en frutas y leche. El consumo de alcohol y tabaco resultan decisivos, son factores fundamentales en el surgimiento y desarrollo de la patología. La inactividad física, el exceso de peso y un nivel alto de azúcar en la sangre hacen el resto.

La iniciativa de la Organización Europea contra el Cáncer es consecuencia de la propuesta presentada por la Comisión Europea a finales de 2022, que propuso ayudar a los países miembros a intensificar los programas de cribado. En la actualidad, las instituciones sanitarias europeas promueven planes de detección precoz para los cánceres de mama, cérvix y colorrectales. Está prevista también la puesta en marcha de una iniciativa de diagnóstico temprano de cáncer de pulmón, dirigida a pacientes de riesgo, como fumadores, y hay grupos que trabajan en el diseño de planes frente a otras enfermedades oncológicas, como los tumores prostáticos, de más compleja identificación y organización.

Médicos y pacientes buscan, asimismo, que «el código postal deje de ser un determinante mayor que la genética cuando se trata de acceso a la prevención y cuidado en el cáncer«. Un ejemplo de las »enormes desigualdades entre autonomías es el hecho de que, según se queja la ECO, hay quince formas diferentes de detectar el cáncer en España. A todo ello se une que más del 90% de los pacientes carecen de cuidados psicológicos o disponen de ellos sólo en situaciones terminales de la enfermedad.

La organización también ha demandado la creación de un Registro Nacional del Cáncer y un Servicio Nacional de Detección. «Hacer un seguimiento del progreso de la enfermedad resulta hoy particularmente complicado. Hay otros países en Europa con sistemas de salud gestionados por autonomías, pero que tienen censos centralizados que permiten ofrecer una mejor servicio a la población», ha señalado Isabel Rubio.