Un microbiólogo analiza una muestra en un laboratorio especializado. El Correo

«Fuimos los esclavos del covid, los últimos en recuperar la normalidad»

«Los microbios no entienden de horarios de trabajo», denuncia la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), que reclama una atención permanente, de 24 horas siete días a la semana

Lunes, 27 de mayo 2024, 00:22

Los laboratorios de microbiología de España están ahora mejor equipados que nunca, pero carecen del personal necesario. Traducido a términos de salud, esto significa que ... usted puede infectarse un viernes por la tarde y que las pruebas necesarias para el diagnóstico de su enfermedad no estén disponibles, como pronto, hasta el lunes, simplemente porque no hay quien las haga. Están cerrados por decisión de la Administración pública. La infección, entretanto, avanza imparable. Las comunidades peor dotadas son País Vasco, Cataluña y Baleares.

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«Virus y bacterias no entienden de turnos ni de necesidades de servicio», según ha denunciado a EL CORREO la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología (SEIMC), que ha decidido poner en marcha una campaña para demandar una atención al paciente de 24 horas siete días a la semana. Un reciente estudio científico que analiza el protagonismo de estos profesionales durante la crisis del covid, la mayor alerta sanitaria del último siglo junto al vih/sida, califica a estos profesionales como los héroes en la sombra de la pandemia. Tres años después pasan por sus horas más bajas.

«Patologías graves diagnosticadas más tarde pueden convertirse en más enfermedad, efectos secundarios y muerte, ése es el riesgo»

Federico García

Presidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología

Los microbiólogos son los que pelean con los 'bichos'. En los hospitales tienen, entre otras misiones, las de investigar las causas de las enfermedades contagiosas e intoxicaciones; analizar las muestras de los pacientes y ayudar a los médicos en el diagnóstico. Durante la crisis de 2020 y 2021, el foco del interés informativo estuvo puesto, sobre todo, encima de los expertos en salud pública, epidemiología, vacunas, cuidados intensivos;y quizás, en menor medida, también en infectólogos, neumólogos e internistas. En la mayoría de las ocasiones, la labor de los microbiólogos, que se hincharon a hacer pruebas de PCR y rastreos, pasó desapercibida por completo.

«Estuvimos metidos en harina, trabajando de sol a sol en toda España. Hubo gente en mi servicio que salía a su casa sólo dos veces por semana», relata Concepción Gimeno, expresidenta de la organización profesional. Las necesidades de hacer PCR obligaron a dotar mejor los laboratorios y reforzar los servicios. «Hubo una carrera por hacer pruebas de diagnóstico que muchísimas veces fueron injustificadas. La gestión fue aún peor en las comunidades donde no hubo un microbiólogo al frente de la crisis», considera la experta.

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«En 2050, las infecciones serán ya la primera causa de muerte, por encima de los cánceres, las enfermedades cardiovasculares y las demencias«

Concepción Gimeno

Microbióloga, expresidenta SEIMC

«Es inaceptable»

Los contratos que se ganaron en ese tiempo se perdieron el día en que el covid dejó de ser la amenaza de salud pública con que despertó en 2019. Cuando la atención primaria y los hospitales comenzaron a recuperar la normalidad, los laboratorios de microbiología seguían haciendo pruebas sin parar y cada vez con menos personal, según critica el presidente de la SEIMC, Federico García. «La situación es diferente en cada comunidad, pero nos preocupa que tengamos que estar constantemente reivindicando y defendiendo algo tan evidente como que un servicio de microbiología no puede estar cerrado un sábado por la tarde», defiende. «Los pacientes no eligen cuándo ponerse mal. Lo que está ocurriendo, en un país como el nuestro, es inaceptable».

Una de las comunidades donde «las pruebas se dejan para que sean procesadas al día siguiente o del viernes por la tarde al lunes» es Euskadi. No es la única, pero lidera junto a Cataluña y Baleares el ranking de las peor dotadas. Falta personal. El microbiólogo vasco Andrés Canut ha liderado en la SEIMC un estudio de situación en el que participaron 113 hospitales y que será dado a conocer en los próximos días en el congreso anual de la organización. El 6% de los públicos no abren sus laboratorios de Microbiología ni por las tardes ni por las noches.

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En la UCI no esperan

La situación es especialmente crítica en el País Vasco, donde dos de sus cuatro grandes hospitales carecen de cobertura 24 horas, lo que deja un territorio (Álava) completamente desatendido. En Cataluña se da la misma situación en uno de los 8 grandes centros hospitalarios y en Baleares en uno de los dos analizados.

«Las autonomías que tuvieron un microbiólogo al frente de la crisis durante la pandemia funcionaron mejor»

Andrés Canut

Microbiólogo SEIMC País Vasco

«Las infecciones graves no tienen horario de ocho a tres. Inmunodeprimidos, pacientes oncológicos, críticos en cuidados intensivos no pueden acumular demoras diagnósticas por horarios recortados en Microbiología», resume Canut. Los gestores de la salud pública, los políticos, tienen la última palabra.

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«Fuimos los esclavos del covid»

El presidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, Federico García, diferencia tres momentos diferentes en la lucha de los microbiólogos contra el covid. « Fuimos los esclavos de la pandemia, al menos, unos de ellos, y fuimos también los últimos en volver a la normalidad», relata el especialista.

El estallido de la crisis, según cuenta, obligó a la mayoría de ellos a encerrarse en sus laboratorios 24 horas por jornada, «sin acudir a casa durante días o solo para ducharse y volver», El objetivo era identificar el microbio causante de la debacle. Había que saberlo todo sobre él, de qué tipo de era, cómo se transmitía, cómo reaccionaba ante determinados fármacos, su capacidad para infectar, para causar enfermedad y muerte... De eso se ocuparon los microbiólogos.

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Superada esta fase llegó la de las PCR, que no eran nuevas para ellos, porque se venían usando desde la crisis del sida, en los años noventa. «Nos vino una enorme avalancha de muestras», recuerdan García y Gimeno. Cuando llegó la vacuna y los servicios se normalizaron, los microbiólogos seguían haciendo rastreo.

El trabajo sobre el papel de estos especialistas frente a la pandemia lleva la firma de la Universidad Politécnica de Valencia y ha evaluado lo sucedido en los laboratorios de España y Reino Unido. Tiene previsto analizar también la situación de los de Alemania, Corea del Sur, Sudáfrica, Irlanda, Australia y Canadá.

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