El Gobierno y la Diputación estudian medidas más restrictivas en el ocio y las residencias de Bizkaia

La consejera de Salud y el diputado general de Bizkaia han mantenido una reunión para abordar qué medidas aplicar con el fin de frenar que el coronavirus siga colándose en las residencias del territorio. Entre las propuestas que se han tratado de la mesa está la de suspender las visitas a los mayores. Aunque es una acción que puede no aplicarse en todos los centros igual. Algunos ya tienen habilitados sistemas con mamparas o encuentros con distancia social y al aire libre que reducen las probabilidades de un posible contagio. Porque «el riesgo cero no existe», como ha recalcado hoy Nekane Murga.

Otra de las cuestiones que se han puesto en la mesa es la de evitar que las salidas de los mayores se aprovechen para organizar una reunión familiar que incremente las posibilidades de contagio. Y previsiblemente se tratará cómo tener un mayor control sobre los trabajadores de las residencias. Los últimos focos están siendo causados por empleados que acudieron a trabajar infectados, algunos siendo aún asintomáticos, pero otros ya con algunos síntomas, según indican fuentes del Departamento.

Este es uno de los aspectos más llamativos que ha comunicado hoy la consejera de Salud durante su rueda de prensa. Se esperaba que pudiese anunciar la puesta en marcha de un nuevo paquete de medidas para tratar de frenar al virus, más aún tras el repunte de casos de hoy con 569 nuevos positivos, pero salvo las que acordará con la Diputación, no ha avanzado ninguna a la que no se refiriese hace una semana.

Entre las acciones que estudian poner en marcha está el aplicar nuevas restricciones a la hostelería de Bilbao, Barakaldo o Basauri, tres de las localidades vizcaínas con mayor incidencia del virus. Serían las mismas que funcionaron con éxito en los focos de Gipuzkoa: prohibición de consumo en barra, limitar el aforo al 50% y fijar a las 23.30 la hora de cierre obligatorio. Limitaciones que serían extensibles a los txokos y sociedades gastronómicas. El Gobierno vasco está analizando qué efecto tendrían estas acciones sobre la reducción de contagios en localidades cuyos vecinos tienen una alta movilidad y no siempre se infectan en el lugar en el que tienen su residencia.

El toque de queda al que aludió el pasado fin de semana el lehendakari Iñigo Urkullu en una carta publicada en redes sociales es una figura que tiene un difícil encaje legal. En el Gobierno vasco son conscientes de ello, aunque reconocen que sus efectos serían beneficiosos. «En el ocio, a partir de ciertas horas, no se mantienen las distancias ni el uso de las mascarillas. Cerrar locales a una hora no va a tener el efecto suficiente si el problema se traslada a otro lugar«, ha advertido Murga. De ahí la importancia de la responsabilidad colectiva. »No hay ninguna medida mágica que por sí sola pare el virus«. Cada una es una nueva barrera. Pero para que tengan efecto se deben cumplir correctamente. «Si mantenemos nuestros contactos sociales las acciones para frenar al virus no servirán para nada». «Debemos evitar reunirnos en grupos de amigos y familiares, en especial en sitios cerrados. Tenemos que elegir entre limitar nuestra actividad social o llevar el virus a nuestras personas queridas».

La consejera ha lamentado que en las últimas semanas Euskadi «está retrocediendo lo conquistado» durante el confinamiento y las semanas siguientes para reducir los niveles de nuevos contagios. Aquella, ha reiterado, fue una victoria de toda la sociedad. El retroceso es una derrota de todos y cambiar la tendencia es labor de cada uno de nosotros. «No hay otra vía para contener los casos que la responsabilidad», ha recalcado. El virus sigue ganando terreno cada día y cada vez más rápido. Y aunque la mitad sean asintomáticos, al haber más positivos también aumentan los cuadros graves y los ingresos. 26 personas fueron hospitalizadas ayer por coronavirus. Son 121 los internados a día de hoy, 9 de ellos en la UCI. Y es en Bizkaia donde el virus muestra una cara más «severa».

Murga se ha referido a la prohibición aplicada en Galicia sobre el fumar en la calle, siempre que no se garantice la distancia de seguridad. «Estoy de acuerdo en que donde no se pueda guardar la distancia y en lugares no bien ventilados no se fume», ha manifestado. La consejera ha recordado que el Gobierno vasco ya había instado a los negocios hosteleros a no permitir que se fume en las estructuras fijas de las terrazas.